"I Will Survive" es la triste historia de un chico cuya vida común se ve interrumpida por un incidente inesperado durante una excursión escolar. Sorprendentemente siendo transportado a un mundo desconocido, renace, se enfrenta a la tarea de navegar...
-¡Buenos días! -exclamó mi madre al abrir las ventanas de mi habitación.
Despierto en mi cuarto, el frío de la ventisca que entró por la ventana me eriza la piel. Como siempre, me despiertan a las 6:00 AM para ir a la escuela.
-Buenos días, mamá. -dije con tono cansado.
-Vamos, vamos... aún tienes que ir al baño y luego desayunar para ir al colegio, ¿entendido? -me dijo burlonamente.
-Claro que sí, mamá. -respondí agobiado.
-Pues vamos, menos charla y más acción, ¿sí? -dijo mi madre.
-Está bien, mamá. En unos minutos voy hacia la cocina.
Lentamente me levanto de la cama, me quito el pijama y me pongo el uniforme escolar. Salgo de mi habitación y voy al baño, me lavo la cara y los dientes con agua fría, lo que me termina de despertar.
-Mmm -huelo mientras se me hace agua la boca-. ¿Qué es eso? Quizás... ¿Café?
-Hasta que vienes. Vamos, come antes de que se enfríe. -dice mi madre.
Me siento en una esquina de la mesa y desayuno, dos huevos fritos sobre una tostada con un café, me encanta.
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-¡Liam!, ¿dónde dejaste ahora el control de la televisión? -me pregunta mi hermana Kylie.
-Pues... no lo sé. Puedes mirar detrás del televisor, quizás esté allí. -respondo.
-¡No, no está! -me grita.
-Ya, dejen de molestarse. Kylie, no le grites así a tu hermano. El control está sobre la barra, mira un poco mejor antes de reclamar, ¿no? -responde algo enfadada mi madre.
-¡Gracias! -Kylie le agradece alegremente con una sonrisa.
-¿Y papá? -pregunto.
-Tuvo que irse temprano al trabajo. La tormenta de anoche dejó a la fábrica sin electricidad. Lo llamaron para restaurar la conexión a mitad de la noche. -me responde mi madre con disgusto.
-Y como siempre, papá siendo el que arregla los problemas... -dice Kylie con tristeza.
Noto las vibras que suceden después.
-Vamos, vamos, que no se les venga el mundo abajo. Ustedes ya saben por qué lo mandan a él, ¿verdad? -me apresuro a decir.
-¿Y por qué entonces? -preguntan mamá y Kylie.
-¿No es obvio? Es el mejor recurso que tiene la compañía. Sabe lo que tiene que hacer sin siquiera preguntar. ¡Es un genio! -les respondo animado, buscando transmitir un poco de tranquilidad a las dos.
-¡Claro que sí! Pero ahora tienen que terminar el desayuno e irse a la escuela. -dice mamá cortando la charla rápidamente.
