En un reino celestial en el cual rigen dos ciudades, la ciudad oscura la cual provocan a los seres humanos pecar y dañar sus alma en su contra parte la ciudad brillante evitan que los seres humanos cometan pecados así purificando su alma. Al pasar...
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—Príncipe me tenía muy preocupado, pensé que esa diosa lo había asesinado.
—Vaya, ¿Tanto me subestimas? Al que debería asesinar es a ti —Digo enojado.
—¿Por qué está tan molesto conmigo hice algo mal? —Me pregunta.
—¡NO!, Claude no hiciste nada mal solo interrumpiste un momento importante para mi idiota —Menciono.
—¡Lo siento su alteza...¡ No sabia que estaba en un momento importan..—Toma una pausa —¿Un momento importante? — Pone cara de sorprendido —¿No me digas que esa diosa es...?
—Eh, ella era la tonta que se confundió de barrera.
—¡¿QUÉ?! ¡¿SE ENCONTRÓ CON MI FUTURA CUÑADA...?! —Dice Claude en voz alta.
—Si, la volví a ver, espera.. ¿Futura cuñada? ¿Por qué demonios le dices así? ¿Acaso tienes hermano? —Digo.
—¿Ya se molesto otra vez? Es demasiado idiota para estas cosa. Le digo así por usted, por fin la encontró es el destino ahora solo falta casarse, tener muchos hijos y vivir felices por siempre.
—¿De que hablas? Ella ni siquiera me gusta y... ¿no te importa que sea una diosa blanca?.
—No me importa quien sea solo quiero que mi mejor amigo sea feliz y deje ser un viejo amargado.
— Ya cállate nunca estaré con ella es mi prima y no hablemos más de eso.
—¿PRIMAA? ¡NO PUEDE SER! Ustedes tienen que casarse y estar juntos por siempre así descansare de usted viejo amargado, no me digas eso Yohan SNIF -Dice Claude. Mientras me abraza.
—Solo quieres deshacerte de mi ¿Cierto? — Al terminar de decir eso. Llegan unos guardias de mi padre.
—Príncipe su majestad lo busca — Comenta uno de los guardias.
—Vaya, Yohanna es rápida. Claude espérame en la barrera ya regreso — Digo.
—Príncipe no sea tan grosero por favor — Me dice Claude mirándome preocupado.
—No te preocupes no me matarán hoy —Le respondo con una sonrisa para calmarlo un poco. Dejo a Claude y me dirijo con los soldados al palacio. Los soldados me dijeron que mi padre me esperaba en el gran salón, al entrar al gran salón vi a Yohanna arrodillarse frente a mi padre mientras él decía algo como si le estuviera dando una orden.
