No entiendo aún el porqué acepté tan poco amor, cuando en ese momento necesitaba aún más. Quizás temores, sombras que ocultaban mi valor, me llevaron a rechazar lo que mi corazón reclamaba en paz.
En la penumbra de mis propias inseguridades, dejé pasar oportunidades, ignoré realidades. ¿Fue el miedo al rechazo o a la vulnerabilidad, que me hizo conformarme con migajas de afecto, en realidad?
Ahora, reflexiono en la danza de mis decisiones, en el eco de mis elecciones y sus precisiones. Acepto mi pasado con compasión y sin juicio, pues el aprendizaje emerge de cada error y circuito.
Entiendo que merezco amor en su máxima expresión, que mi corazón merece vibrar en plena conexión. En el espejo del tiempo, veo con claridad, que aceptar poco amor solo perpetuaba mi soledad.
Así, abro las puertas a un amor más auténtico, dejo atrás las sombras, lo pequeño y lo ficticio. Hoy, reconozco mi valía y me permito florecer, porque merezco un amor que me haga renacer.
ESTÁS LEYENDO
Susurros de un corazón herido
Poetry"Amor tristeza felicidad sentimientos del ser humano representados en estas escrituras"
