Capítulo 40: "La leyenda del lago encantado"

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- No es a mí a quien tienes que pedirle disculpas – T/n llegaba al final del muelle donde Jihyo la estaba esperando de frente al lago y de espalda a ella

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- No es a mí a quien tienes que pedirle disculpas – T/n llegaba al final del muelle donde Jihyo la estaba esperando de frente al lago y de espalda a ella.

- ¿Perdón? – Al parecer la morena todavía tenía puesto el disfraz de perra – No creo que tenga que pedirle disculpas a nadie – Empezó la marcha del orgullo Park.

T/n miraba a su novia como si le estuviera haciendo una radiografía, sabía que era orgullosa, era una de las cosas que más amaba de ella, su capacidad de defender su punto hasta el último momento. La azabache suspiraba, por fin podía poner en práctica una de los tantos consejos de su padre: "T/n, una cosa es lidiar con una mujer enojada, pero otra muy distinta es lidiar con una mujer enojada y orgullosa. Estudia sus movimientos, mírala con cuidado y cuando sea el momento, cuando lo creas conveniente… corre hija… corre por tu vida". Imposible olvidarse a su padre corriendo por el mismo muelle en que estaban paradas ellas en este momento después de que el mismo se había encargado de demostrar con pruebas contundentes como su madre no tenía razón.

Pero esta vez la azabache no iba ser quien diera el brazo a torcer, si la morena quería jugar a las pulseadas, T/n iba a poner resistencia. Manos en la mesa "DING, DING" que comienza la pulsada de una vez por todas - ¿De que querías hablar entonces? – trato de usar el tono más serio que pudo pero Jihyo no tenía la más mínima idea como se ponía T/n cuando ella estaba enojada. Con una mirada de la morena la basquetbolista ya no estaba en sus cabales, ni le cuento cuando levanta la ceja…. Si por la deportista fuera ya mismo estarían en el lago teniendo sexo de reconciliación.

- Mina y yo hemos decidido organizar la fiesta nosotras mismas por lo tanto no necesitamos a ninguna organizadora mediocre – afirmó la fotógrafa. Se ve que poco le había servido la prueba de la fidelidad a la fotógrafa.

- No – ay T/n, T/n ¿cómo te atreves? – Lo siento pero es una decisión tomada. Florence es la organizadora de la fiesta y es punto final – los brazos seguían en el medio.

- ¿Según quien? – Jihyo no iba a aflojar

- Según yo – T/n tampoco.

- Y como eres la dueña de la casa todo se tiene que hacer como tú dices ¿cierto? - la sonrisa provocadora que recibió de T/n no le gustó ni un poco – Pues te voy avisando algo... Si esta tipa vuelve, no hay fiesta – la muñeca de la deportista no flaqueo ni un segundo.

- Primero que esta casa es tanto tuya y de Yunjin como mía – el brazo de la morena se aflojaba y la basquetbolista aprovechaba para ganar terreno – y segundo… y presta mucha atención a lo que voy a decir… la fiesta se hace con Florence, estén o no estén ustedes… ¿Necesitas que lo repita Park? – corre T/n, corre era lo único que sonaba en la cabeza de la azabache cuando veía la furia salir por los ojos de su novia – Es más - ¿Más? – Para mañana, cuando la Señorita Anderson llegue a hacer su trabajo, tú y Mina van a tener una disculpa preparada – La mano de la morena estaba rozando la mesa.

Cuando, Dónde Y Como El Amor Quiera | ᴶⁱʰʸᵒ ʸ ᵗᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora