IV

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La mañana del sábado llegó con un aire de anticipación y nerviosismo mientras Seokjin y Jungkook se preparaban para su primera clase de manejo juntos. A pesar de sus diferencias y el pasado complicado que compartían, ambos estaban decididos a hacer que funcionara, al menos por el bien de la familia.

Seokjin había acordado enseñar a Jungkook a manejar como un favor a la familia, pero en el fondo sabía que también era una oportunidad para enfrentar sus propios demonios y reconciliarse con el pasado. Mientras se dirigían al automóvil, Seokjin podía sentir la tensión palpable en el aire, como si estuvieran caminando sobre una cuerda floja frágil y peligrosa.

Jungkook, por su parte, estaba igualmente tenso, consciente de la presión que pesaba sobre ellos mientras se preparaban para enfrentar la tarea que tenían por delante. Aunque estaba agradecido por la oportunidad de aprender a manejar, no podía evitar sentirse incómodo por la presencia de Namjoon en la parte de atrás del automóvil, su silencio pesado y cargado con la tensión no dicha entre ellos.

A medida que Seokjin y Jungkook se acomodaban en el automóvil, la atmósfera se volvía aún más pesada con la presión que sentían los dos. Seokjin trató de romper el hielo con un comentario ligero, pero el ambiente tenso no cedía.

─ Bueno, ¿listos para empezar? ─preguntó Seokjin con una sonrisa forzada, tratando de ocultar su propio nerviosismo mientras se preparaba para dar inicio a la clase de manejo.

Jungkook asintió con una mueca tensa, su expresión seria mientras se ajustaba el cinturón de seguridad y miraba hacia adelante con determinación.

─ Sí, estamos listos ─respondió Jungkook, su voz tensa y controlada mientras intentaba mantener la compostura frente a la incómoda situación en la que se encontraban.

Con un suspiro resignado, Seokjin puso el automóvil en marcha y comenzó a conducir lentamente por las calles tranquilas del vecindario, tratando de concentrarse en la tarea a mano y no en la tensión que llenaba el interior del automóvil. Sin embargo, cada mirada de reojo al espejo retrovisor solo servía para recordarle la presencia silenciosa de Namjoon en la parte de atrás, una sombra constante que lo seguía a donde fuera que fuera.

A medida que avanzaban por las calles, Seokjin y Jungkook se sumergieron en la tarea de enseñar y aprender a manejar, tratando de dejar de lado las complicaciones de su relación y concentrarse en la tarea a mano. Sin embargo, la tensión entre ellos seguía presente, como un elefante en la habitación que se negaba a ser ignorado.

A medida que la clase de manejo continuaba, Seokjin y Jungkook se esforzaban por mantener la compostura frente a la incomodidad que los rodeaba. Sin embargo, ninguno de los dos podía evitar sentirse atrapado en un laberinto de emociones complicadas y sin resolver, mientras luchaban por encontrar una salida a la situación tensa en la que se encontraban.

A medida que la clase de manejo continuaba, la tensión entre Seokjin y Jungkook persistía, como una nube oscura que amenazaba con arruinar el día. Sin embargo, Namjoon parecía decidido a aligerar el ambiente, invitándolos a todos a almorzar juntos después de la clase.

Con un suspiro de alivio, Seokjin y Jungkook aceptaron la invitación, agradecidos por la oportunidad de escapar del claustrofóbico espacio del automóvil y respirar un poco de aire fresco.

Sin embargo, justo cuando estaban a punto de entrar al restaurante, Namjoon recibió una llamada de emergencia del bufete de abogados donde trabajaba, informándole que tenía que irse de inmediato.

─ Lo siento, chicos, parece que tendré que irme. Pero por favor, disfruten del almuerzo y nos vemos más tarde ─dijo Namjoon con una sonrisa forzada, tratando de ocultar su frustración por tener que dejar a Seokjin y Jungkook solos juntos.

The theacher|| Kookjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora