Estoy al borde del colapso. Dos hombre están justo frente a mi ofreciéndome sus manos y yo no soy capaz de elegir con quien irme, es algo contradictorio, pero si tomo en cuenta que con uno de ellos tuve mi primer beso, sería más sencilla la decisión. Miro a los dos hombres frente a mi, con duda en el rostro, pero esta desvanece al tener clara mi elección, pero antes de que pueda sujetar aquella mano, sentí unos cálidos brazos rodear mi cuerpo y estrujándome con fuerza dejándome sin aliento
— ¡Por Ashera, estás con vida! —chillo la joven contra mi oído—. Pensé que había perdido a mi mejor amiga. No vuelvas a desaparecer de esa manera, fue como... como si hubieses muerto —confesó con los ojos cristalizados y con la voz aún más irritante que de costumbre
— No he muerto... solo... me fui por tiempo indeterminado en lo que regresabas a Krinia —ironice mientras la estrechaba con fuerza—. No sabes cuanta falta me hiciste. Tengo que contarte tantas cosas que... —mi voz se detuvo al caer en cuenta de la situación en la que estábamos. Las personas nos miraban prejuiciosas mientras los dos caballeros seguían de pie en donde los había dejado con las manos extendidas—...Pero, creo que este no es el mejor momento para tener esa conversación. Hablemos después del baile, te esperare en el jardín de palacio —me despedí de ella con otro abrazo y camine en dirección a los caballeros con paso decidido, consciente de lo que estaba por hacer—. Fayette, te ofrezco disculpas, nuestro baile tendrá que ser en otra ocasión —hice una reverencia antes de tomar la mano del rey que se mostraba algo molesto, pero no renegó en seguirme el paso en cuanto empecé a caminar a la salida del lugar
Relaje mi paso al estar lo suficientemente lejos de las personas que podrían llegar a estar cerca. Había recorrido ya gran parte del palacio como para conocer los lugares menos concurridos para tener privacidad o estar en completa paz sin tener que lidiar con lo ruidoso que podía llegar a ser este lugar. Detuve mi paso y voltee en dirección al rey, quien me miraba con duda y algo de diversión en el rostro, levanté la ceja al ver que le restaba importancia a la situación en la que habíamos estado anteriormente, agache el rostro mientras dejaba un mechón de cabello detrás de mi oreja
— Siento haberlo dejado ahí de pie... —dije por fin mientras lo miraba directo a los ojos—, ella solo llego de la nada y me aparto del lugar, no pude reaccionar enseguida y...
— ¿A quién ibas a escoger? —dijo cortando mi voz de golpe—. Necesito saber a quién hubieras escogido...
— ¿A quién...? Pues, a usted —declare sin más, no era algo a lo que tuviera que darle tantas vueltas—. Tengo mis razones, claro está...
— ¿Cuáles son esas razones...? —cuestiono, ladeando la cabeza con un pequeño gesto que no pude descifrar
— Primero que nada, es el rey. No puedo rechazar públicamente al rey despiadado y quedar en una pieza —ironice y el solo me fulmino con la mirada provocando una risita—. Segundo, no puedo dejar plantado al hombre que minutos antes me dio mi primer beso. Creo que esa tendría que ser la primera razón —al decir eso ultimo, me di la vuelta dandole la espalda con la intención de dejarlo con sus pensamientos, pero al intentar alejarme mas, senti un tiron que me hizo retroceder y darme la vuelta, chocando con la mirada cautivadora del Rey de Stralis
— Una vez te dije que no tentaras a la suerte —diciendo eso, cello nuestros labios en un beso
Pero este era diferente, incluso era más abrumador, más feroz, más hambriento y lleno de deseo, salvaje, ardiente. Siento cada parte de sus labios contra los míos y los sentimientos que me transmite con este roce tan voraz que estoy experimentando por primera vez en mi vida, es consumidora la manera en que nuestros labios encajan la perfección, como si estuvieran hechos el uno para el otro, hechos a la medida exacta para el otro. No sé en qué momento las caricias fueron subiendo de nivel y nuestros cuerpos empezaron a sentirse tan calientes, sus dedos exploran mis piernas por debajo del vestido y mis manos exploran parte de su pecho descubierto por los botones que desabroche sin percatarme de ello. Su cabello desordenado y mi cuello a su disposición, de mi garganta solo pueden salir jadeos silenciosos por el sentimiento embriagador que estoy sintiendo, pero lo aparto al sentir la presencia de alguien acercándose
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La Elegida
FantasíaEl mundo es cruel con quién menos lo merece, eso lo que aprendí estos últimos años. Ser una joven apartada del mundo me hizo vulnerable, eso me ha llevado a estar dónde estoy ... Querer amar a un hombre que no quiere ser amado, puede ser lo más dolo...