Parte 1

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David llegó al hotel después de un largo viaje en coche. Estaba cansado y solo quería descansar. Había reservado una habitación por internet, sin prestar mucha atención a los detalles. Solo le importaba que fuera barata y que tuviera baño privado.

Entró en el vestíbulo y se dirigió a la recepción. Allí le atendió una mujer mayor, de aspecto severo y mirada fría. Le pidió su nombre y le entregó la llave de su habitación.

• Aquí tiene, señor. La habitación 101, en el primer piso. - dijo la mujer con voz monótona.

• Gracias. - respondió David, cogiendo la llave y su maleta.

• Espero que disfrute de su estancia. - añadió la mujer, con una sonrisa forzada que no le llegaba a los ojos.

David se alejó de la recepción y subió por las escaleras. El hotel era viejo y sombrío, con una decoración anticuada y un olor a humedad. No había nadie más en el pasillo, solo él y su habitación al final del mismo.

Llegó a la puerta de la 101 y la abrió con la llave. Entró y cerró tras de sí. La habitación era pequeña y oscura, con una cama, un armario, una mesa, una silla y un televisor. El baño estaba al fondo, junto a la ventana.

David dejó su maleta en el suelo y se tumbó en la cama. Encendió el televisor y buscó algún canal que le entretuviera. No había mucha variedad, solo programas locales y alguna película antigua. David bostezó y se quedó dormido.

No sabía cuánto tiempo había pasado cuando se despertó sobresaltado. Algo había hecho un ruido en el baño. David se incorporó y miró hacia allí. La puerta estaba entreabierta y la luz apagada. David se levantó y se acercó con cautela. Empujó la puerta y entró en el baño.

Lo que vio le heló la sangre.

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⏰ Última actualización: Feb 21 ⏰

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