Capítulo XV

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo de esta historia, haciendo maratón casi ya que tenía varios por editar, y finalmente los edité. 

Recuerden comentar y votar ejejeje, me gusta sorprenderme con los comentarios, y créanme me han sorprendido xD

En el campo de batalla, Rhaenyra había llegado hace algunos días, pero el paisaje que se encontró cuando llegó no era para nada algo para lo que estuviera preparada.

Rhaenyra Targaryen montaba sobre Syrax mientras se elevaba por encima del campo de batalla.

 Sin embargo, lo que se encontró debajo de ella era un paisaje desgarrador que superaba incluso sus peores pesadillas.

El aire estaba cargado con un hedor nauseabundo, una mezcla repugnante de sangre, sudor y muerte. 

Los gritos de los heridos resonaban en sus oídos, intercalados con el estruendo de la batalla y el choque de espadas y lanzas.

 El campo de batalla estaba cubierto de cuerpos destrozados y heridos, algunos luchando desesperadamente por sus vidas, mientras otros yacían inmóviles, testigos silenciosos de la brutalidad de la guerra.

Rhaenyra observó con horror cómo la violencia y la destrucción se desplegaban ante sus ojos. Las tiendas de campaña estaban en llamas, envueltas en un torbellino de humo y cenizas. Los estandartes de las diferentes casas se alzaban en medio del caos, ondeando en el viento como testigos mudos de la carnicería que se estaba llevando a cabo debajo de ellos.

Pero lo que más la sorprendió fue la ferocidad y la determinación de sus enemigos. Parecía que se habían preparado meticulosamente para enfrentar a un dragón, utilizando tácticas y estrategias diseñadas específicamente para contrarrestar su poderío. Las lanzas y arpones anti-dragón brillaban bajo el sol, apuntados hacia el cielo en espera de su objetivo. Las catapultas lanzaban proyectiles explosivos hacia el cielo, amenazando con derribarla si se acercaba demasiado.

Rhaenyra logró esquivarlos gracias a maniobras rápidas, quemó a algunos de ellos para abrirse paso, pero estuvo bastante cerca de morir en la batalla.

¿Por eso su tío y Laenor no habían ganado rápido la batalla de peldaños de piedra?

¿Por eso demoraron 4 años?

¿Cómo era posible que hombres salvajes como los Dothraki tuvieran el armamento necesario para enfrentar a un dragón?

¿Acaso era cierto lo que su esposo decía? ¿Dorne los estaba traicionando?

No, no tenían pruebas de ello, y banderas de Dorne adornaban los campamentos aliados, Dorne peleaba esa guerra ¿Cómo podrían ellos fingir ayudar mientras la traicionaban?

No, ella se negaba a asumir que estaba perdiendo el control de Dorne.

A pesar de la presencia imponente de Syrax, Rhaenyra se dio cuenta de que incluso un dragón no ofrecía una ventaja significativa en medio de la batalla.

 La guerra era un monstruo voraz que devoraba todo a su paso, sin distinción entre amigo y enemigo, y Rhaenyra se sentía impotente ante su ferocidad implacable.

Con el corazón pesado y la determinación ardiente en su interior, Rhaenyra se preparó para entrar en la refriega. Sabía que enfrentaría desafíos inmensos y que la batalla sería feroz y despiadada. 

Pero también sabía que no podía retroceder, que debía luchar con todas sus fuerzas por el futuro de su reino y por la victoria que tanto anhelaba. 

Y mientras se lanzaba hacia el caos de la batalla, Rhaenyra rezaba en silencio para que Syrax y ella pudieran enfrentar los desafíos que les esperaban y salir victoriosos en medio del horror de la guerra.

El oscuro corazón de la reina (Daemyra) (Dark Rhaenyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora