Ahí estaba, sentado con mi guitarra acústica bajo un techo viejo de tejas que ya están por caer, tocaba melodías de canciones tristes que acompañaban perfectamente a la lluvia y al clima frío que hacía en ese momento, un café combinado con un trago a mi lado, y una colilla que hace menos de media hora le pertenecía a un cigarrillo, pero ahora está llena de yerba.
Me puse a pensar en muchas cosas, quién soy, qué es lo que somos, qué me depara la vida, carajo, no sé si sea el síndrome del impostor o simplemente un montón de pensamientos negativos que son normales en todas las personas, no soy un estudiante destacado pero domino bien mis áreas principales, soy guitarrista y también canto un poco, tengo amigos a los que les puedo hablar de cosas pero aún no me atrevo a decirles todo, no sé qué es lo que le falta a mi vida.
Tuve novias por las que no sentía nada, y también encuentros de una noche de los cuales no recuerdo ni el nombre, me siento solo, siento que en mi vida existe un vacío enorme respecto a cómo la esperaba, no siento que sea una mala vida, solo la siento vacía y sin sentido, no hay un propósito que me aliente a seguir adelante.
No soy un ligón, alguna vez me rechazaron y recientemente me hicieron sentir especial para que, en el momento oportuno, me cambiaran por un viejo necesitado de atención con una familia fracasada, tenía un hijo al que no le daba la atención suficiente pero sí la tenía para las jovencitas como la chica de la cual me quitaron la atención.
A diario escribo mierda y pienso en posibilidades sobre qué es lo que debería hacer, siento un nudo en la garganta las veinticuatro horas del día como una sed que no termina nunca, cuando alguien me da un abrazo no siento nada más que el contacto, nada sentimental, nada del otro mundo, nada.
Ahora aquí me tienes, sobre pensando las cosas, imaginando cómo pudo haber sido si hacía tal cosa, por supuesto que estoy cantando a todo pulmón, pero a la mierda la garganta, no tengo la técnica suficiente para cantar sin lastimarme, pienso en la persona que amo, pienso en mis amigos, y puedo ver un futuro maravilloso en ellos, los puedo ver con sus carreras universitarias, me imagino a sus familias, sus hijos y sus proyectos saliendo a flote.
Por mi parte no puedo ver mi futuro, como si no existiera, solamente veo una mancha negra al cerrar los ojos, no sé si despertaré vivo mañana, si aún seguiré progresando o si aún estaré intentando. A veces quisiera tirar todo a la borda e iniciar una nueva vida, pero eso sería de cobarde, avanzar tanto para tirarlo todo a la basura, qué asco, no podría verme al espejo por tal decisión.
Hoy eliminé a mucha gente de mis contactos, dejé de escribirle a las personas, dejé muchos conocidos y personas atrás, no me importa, siempre sentí que era yo el que insistía en hablar con ellos y ellas, y ahora puedo comprobarlo, cuando no les escribo no recibo noticia alguna, no recibo un mensaje de buenos días, un "¿cómo estás?", "¿estás bien?", no estoy bien maldita sea y a nadie le importa.
Puedo leer horas o quedarme con la guitarra intentando hacer una melodía propia para acompañar alguna de las cientos de hojas con canciones que tengo guardadas, hace menos de un mes intenté terminar el juego, ir a visitar la otra vida, y cuando fui a buscar el arma de mi padre escuché llorar a través de la puerta, él tenía el cañón en la boca y el dedo en el gatillo, jadeaba como si fuera un niño pequeño, esperé un momento a que él se calmara un poco o hiciera el disparo, cualquiera sea su decisión no debería interferir.
Una vez retiró el arma de la boca entré, él ocultó esa endemoniada mierda debajo de la almohada, le di un abrazo y le di ánimos, supongo que nuestra charla fue lo suficientemente amena, le levanté la moral y no volvimos a tocar el tema. Las almas más lastimadas son las que tenemos más facilidad de curar otra, tal vez solo son estupideces mías, soy un hombre y dicen por ahí que los hombres no se quejan, bueno, entonces debería levantarme y ponerme a hacer algo útil.
Dando el último trago al café, dejé la guitarra y me levanté cargado de tristeza, con ganas de dejar de existir, sin motivación, pero con un claro objetivo: Hacer lo que vine a este mundo de mierda a hacer, no espero placer, no espero amor, no espero nada, solamente haré mi trabajo y me largaré de este mundo, así como la lluvia repentina que humedece la arena en un segundo y de la misma forma se marcha sin previo aviso.
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Pensamientos, recuerdos y otras mierdas
RandomSolamente leerás partes de ciertas memorias, cualquier parecido con la realidad es mera verdad.