Eres mi juego final

¿Quién es? PARTE 2

ADVERTENCIA: Contenido +18

La pareja salió de la habitación junto con sus hijos en las sillas transportadoras, los padres de Taylor se habían ido para dejarlos solos, aunque les hubiera gustado mucho presenciar la primera comida de sus nietos, sabían que era un momento único que solamente ellos debían disfrutar, colocaron las sillas en la barra de la pequeña cocina de la suite.

—¿Qué se supone que es esto? — dijo Travis con desagrado, tomando un tazón pequeño.

—Es pollo— le colocó los baberos.

—¿Pollo?, Taylor, no puede ser algo más agradable, como, no sé, ¿Manzana? —

—No, tengo una lista que me mandó la doctora con lo que deben comenzar, y debe ser una verdura con una carne y eso es lo que toca, pollo y zanahoria—

—Ok— le parecía desagradable, aunque, de todos modos, la comida de los bebés normalmente era así, al menos en las primeras semanas. —No soy el experto, pero, solo para estar seguro de que esto no va a ser una locura, yo le doy a Charles— rio.

Taylor abrió la boca sorprendida. —¡Travis! — dijo riendo. —Evie, papi no tiene fe en que comerás con calma—

Él estaba riendo. —Nada personal, señorita Evie— tomó su manita y la besó. —Pero mi hombrecito es el chico calmado—

Los pequeños estaban sentados, observando que sus padres les iban a dar algo, el comenzar con el primer alimento de un bebé, era algo en lo que todo podía pasar, no sabían si lo iban a tomar bien, si se lo acabarían o si rechazarían la comida, empezaron primero con la zanahoria, algo ligero.

—Parece que esto está bien para ellos— Travis miraba asombrado como probaban la comida.

—Eso parece, ¿Les gusta bebés? — le dio otra cucharada a Evie.

Evie lo comía despacio y con interés, a Charles le estaba costando un poco, hacía caras, pero se comía lo que su papá le daba, cuando tomaron el pollo, Evie hizo caras de desagrado, no era algo que le supiera del todo bien, aun así, se lo estaba comiendo, pero, Travis, al darle de probar una cucharada del pollo en puré a su hijo, instintivamente, Charles le escupió la cara.

Taylor estaba atacada de risa. —¿El hombrecito tranquilo de papi? — se burlaba.

Él frunció el ceño limpiándose la cara y luego sonrió. —Vamos, Charles, no hagas quedar mal a papá— le volvió a dar otra probada.

De nuevo, volvió a escupir todo, comenzando a llorar, eran pocas las cosas que podían activar el llanto en Charles, así que, una nueva a la lista, el pollo, no iba a ser su alimento predilecto.

—Oh, bebé, no llores— Taylor tomó una toalla húmeda y le limpio la cara. —¿No te gusta?, tranquilo, no vamos a obligarte a que comas esto hoy mismo, poco a poco tal vez— lo sacó de la silla y lo cargó para tranquilizarlo.

El bebé ya se estaba calmando en los brazos de su madre.

—¿Mejor? — besó su mejilla.

Kelce estaba encantado con lo que miraba, se supone que estaba comprobado que el ser humano no nace con instintos de ser padre o madre, eso se va adquiriendo conforme a las vivencias, pero, miraba a Taylor y creía que definitivamente, ella podía ser la excepción, el talento nato de ser madre le enamoraba más, ¿Cuántos virtudes más podía tener?

—Tal vez sea momento de terminar con esto tomando leche, ¿Está bien? — la rubia dijo.

El enorme hombre de inmediato tomó a Evie, sacándola de la silla y se dirigieron a la habitación, Swift se sentó en la cama, colocándose el cojín de lactancia, las blusas de tirantes que ha estado usando por el calor eran de gran ayuda para realizar esa ardua tarea que tenía con sus hijos cada dos o tres horas, se acomodó a Charles y luego Travis le puso a Evie, los pequeños sabían que hacer, luego de probar alimentos por primera vez, estaban más contentos con la leche de su mamá, trabajarían en eso con el pasar de los días.