7:40 AM
Jeff
Subo las escaleras y permanezco en silencio en el marco de la puerta, veo a mi Pelusa ayudar a nuestra... Annett hacer abdominales mientras sostiene sus pies.
Observo a distancia porque realmente no me atrevo a interrumpir, las veo llegar a los 600 sin esfuerzo y me pregunto cuanto tiempo la ha entrenado, el sudor en la cara de la niña de ojos negros que tiene delante y la sonrisa con la que se levanta me reiteran que este es su momento, no interrumpiria aunque pudiera, si Annett es mi hija me he perdido trece años de su vida y pienso recuperarlos, la idea de tener una hija con esta mujer, de que nuestro unico encuentro haya dado los frutos del amor que le tengo me llena de alegria, estaremos unidos por siempre y le hare mil hijos mas si me lo permite.
—Vamos amor, tienes que mejorar tus patadas, Ray ni se movio, ataca para que duela, para que no se levanten. — Le dice
No es la Medusa que me entreno, le habla con cariño, le habla despacio, recuerdo su voz gritandome que era un unitil, que no podria derribar ni un niño, que deberia retirarme y dedicarme a vender en una bodega, recuerdo los los golpes en las costillas y los moretones en mis piernas cada semana, recuerdo el ardor del alcohol en mi rostro cada vez que me curaba despues de romperme en pedacito;, esta claro que ha cambiado, se ha suavizado, la vi entrenar niños de la edad de Annett para matar, no para inmovilizar, cualquiera de los Lugarues que entreno podria hacer relatos de terror.
—Arriba, con fuerza.— Las patadas realmente son debiles.— Impulso, utiliza tu tamaño a tu favor, eres pequeña pero eres rapida, golpea con el hueso, golpea directo al musculo.—
—Eso estoy haciendo. — Annett empieza a frustrarse y golpea la almohadilla de forma caotica, no esta coordinando sus movimientos. Me gustaria intervenir para ayudarla con su postura, mostrarle como guiar sus patadas pero no creo que sea prudente.
—Annett concentrate, golpea con intencion, con proposito, si te dejas llevar por la ira te pones en desventaja.— Le dice antes de volver a colocarse.
—ESO ESTOY HACIENDO. — El tono de voz me hace moverme por instinto y me acerco aunque no intervengo, esta frustrada, esta molesta, la patada que lanza aterriza fuera de la almohadilla y en la pierna de Medusa pero no se inmuta, reafirma los pies en el suelo y un error asi me habria costado al menos diez minutos en el suelo hace años, pero solo sonrie.
—Si vas a golpearme asegurate de que me duela, si vas a intentar desquitarte en el entrenamiento asegurate de que valga la pena, Princesa. —
—No fue a proposito.— Se que no miente, vi la patada dirigirse a la almohadilla, Medusa la movio, la esta provocando.
—¿Segura que esto no es sobre el telefono que tengo en mi habitacion?—
—QUE NO! — Lanza otra patada y esta vez da en el blanco, va con fuerza, esta golpeando con intencion, ¿de que telefono hablan?—No es justo, me robas la oportunidad de tener cosas lindas, Jeff me lo regalo, es mio.— Lanza una patada despues de la otra, esta golpeando demasiado rapido y demasiado fuerte en comparacion con las caricias que lanzaba hace solo unos minutos.
—Se lo vas a devolver a menos que puedas derribarme.— Eso es una trampa, no hay manera de que pueda derribarla; aunque este oxidada, aunque no haya peleado en años, Annett no podria derribarla aunque lo intente.
—¿Y yo por que? Que te derribe Jeff, si el te derriba, me quedo con el telefono, si tu lo derribas, lo devuelvo y no lo menciono jamas.—
Dios mio, no sabia lo mucho que extrañaba esa risa, verla reclinar la cabeza en medio de la carcajada es la cosa mas hermosa que he visto en años pero me siento ofendido, antes no podia, pero estoy seguro que ahora no me tomaría ni cinco minutos mandarla al suelo.—Tienes mas oportunidad de conservarlo si lo haces tu, a ti te tendria piedad.—
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Eros -Borrador
RomanceNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...