𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒎𝒐.

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—Vamos, Ang, arriba. —susurraba Malcolm intentando que su hermanito despertara. Tenía que recordarle que tomara sus medicinas. Todavía no podía creer que en serio había reconstruido sus genitales para que sean como los de un omega.

—Ya voy —murmuró, colocándose boca abajo en su cama. Había vuelto a casa del hospital la noche anterior y las pastillas para alivianar el dolor lo habían hecho dormirse muy profundamente.

—Hice panqueques. —se sentó a su lado en el colchón procurando no aplastar a la gatita que dormía ahí también. Le quitó los rulos que se arremolinaban en su frente y no pertenecían a su flequillo.

Angus sonrió levemente todavía con los ojos cerrados, aunque quisiera desayunar tenía mucho sueño y le dolía su entrepierna. Se dio la media vuelta para verlo. —Tengo sueño todavía.

—Se enfriará el desayuno. —acarició su espalda, escuchándolo suspirar contento. El menor optó por levantarse finalmente, no quería hacerlo en realidad pero su estómago rugió y eso lo motivó a desperezarse.

El de rulos se dirigió al baño para darse una pequeña ducha, tenía que higienizar muy bien toda su zona íntima. Por otro lado, Malcolm se quedó en el cuarto para guardar la ropa que estaba sobre la cómoda, la había planchado el día anterior y le molestó que su hermanito dejara las prendas tiradas en lugar de guardarlas.

—Oye, Mal. ¿Podrías prestarme una compresa? —gritó asomándose desde la puerta entreabierta del baño, las suturas todavía sangraban y no quería manchar su ropa. El paño que había usado anoche ya no servía, tendría que tirarlo.

—Voy enseguida. —cerró la puerta del placard, fue hasta su cuarto para buscar un paquete de toallas sanitarias que tenía. Se lo entregó en las manos. —Usalas, luego compraré más.

—Gracias. —sonrió levemente. —¿Esto tiene instrucciones o algo? Nunca he usado una... y no volveré a hacerlo. —rio un poco.

—Tienes suerte por eso. —quiso seguirle la broma, sin embargo no estaba seguro de como tomarse lo que habia dicho. —Sólo tienes que quitarla del envoltorio y los papelitos que tiene atrás y en las alas. —sacó una del paquete para demostrarle exactamente lo que dijo. —Y ya sólo la adhieres a tus bragas con el pegamento que tiene.

—De acuerdo, gracias. —tomó la compresa ya lista que le ofrecía. Le causaba cierta curiosidad si eso lo había aprendido solo o quién se lo había enseñado, sabía que su madre jamás le explicó nada sobre su sistema reproductivo.

—Apúrate y no te dejaré nada para que comas.

Pocos minutos después los dos se encontraban desayunando. Angus tenía el resto de la semana libre gracias a su cirugía, su jefe se lo habia dado sin protestar por alguna razón que le resultaba sospechosa todavía. Mientras, Malcolm había decidido quedarse en casa para ayudar a su hermanito con todo lo que necesitara. No importaba que ya tuviera diecinueve años y pudiera tomar decisiones de vida tan importantes, seguiría jugando a ser su mamá.

—¿No tienes nada que hacer hoy? —preguntó el menor al verlo lavar los platos con tanta tranquilidad. Él acariciaba a Molly, quien descansaba acostada sobre su regazo. 

—No exactamente. Voy a quedarme aquí para cuidarte.

—Aw, gracias.

—Supongo que Brian vendrá a pasar el tiempo contigo también, ¿No es así? —terminó de secar la vajilla que habían usado para mirarlo mientras charlaban.

—Bueno... él no sabe que iba a tener una operación.

—Espera, ¿Nunca le dijiste que eres trans?

𝑳𝒊𝒗𝒆 𝑾𝒊𝒓𝒆 ~ 𝑩𝒐𝒏 𝑺𝒄𝒐𝒕𝒕 𝒙 𝑴𝒂𝒍𝒄𝒐𝒍𝒎 𝒀𝒐𝒖𝒏𝒈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora