𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒖𝒏𝒅𝒆𝒄𝒊𝒎𝒐.

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—Deberíamos salir más, quiero bailar y beber contigo. —aseguró Bon, quien sostenía la linterna para que su novio revisara el motor anticuado de una camioneta.

—¿No te gustan las citas tranquilas? —preguntó Malcolm, no le estaba prestando mucha atención a las cosas sobre las que su pareja le conversaba hasta que llegó a ese tema. Siempre recurría a su novio cuando Dave estaba enfermo

—Sí, me gusta que nos acurruquemos y eso pero no sé, —divagó un poco. —Quiero verte un poco más arreglado.

—No me gusta el maquillaje y no uso tacones, así que no esperes eso. —aseguró, alejándose un poco.

—Lo entiendo pero qué tal si salimos juntos a una discoteca, ¿Eh?

—¿No eres un poco mayor para una disco? Prefiero las citas maduras.

—Bien, ¿Un bar de poetas suena bien para ti? —preguntó, burlándose de lo que había dicho su pareja. Seguido de eso le dio una nalgada algo fuerte luego, no pudo evitarlo gracias a la forma en la que veía su trasero desde ahí.

—¡Ronald! —se reeincorporó algo molesto, eso le había dolido. El alfa rio por lo bajo, mordiéndose el labio inferior luego.

—Te buscaré a las ocho, ¿Sí? —dijo el más alto, pegándose a él y presionandolo contra el auto. —Iremos a beber a algún club. Nos embriagaremos y luego te devuelvo a tu casa.

—De acuerdo, como quieras. —colcó sus manos sobre el cuello de su pareja, sin importarle manchar su campera con aceite de auto. Besó sus labios con cariño, dejándose abrazar por la cintura.

—Qué labios tan dulces —aseguró el más alto, relamiéndose la boca por el sabor tan delicioso que había quedado allí. —Eres tan hermoso.

—Aw, gracias —apretó sus mejillas con ambas manos, dejando un beso rudo encima de sus labios luego.

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—Ya llegué, Ang. —avisó al apenas cruzar el umbral de la puerta. No obtuvo respuesta alguna y eso lo extrañó. Dejó su mochila en el suelo, a un lado del sofá y buscó a Angus en su habitación. Allí lo encontró, durmiendo envuelto en sus sábanas con Megan descansando en su pecho. Sobre su mesa de noche, yacía un libro de cuentos infantiles a un lado de un biberón vacio.

La peluda gatita despertó al verlo, estirándose sobre el colchón. Malcolm acarició su cabecita cuando se acercó a él; decidió que no debía perturbar la tranquilidad que tenía su hermano, tampoco la de esa bebé.

Decidió darse una buena ducha con la intención de relajarse un poco. Era temprano, así que podía practicar un poco con su guitarra antes de verse con Bon. Se metió en el baño buscando no hacer tanto ruido. Se metió en el baño con ropa cómoda que solía usar para estar en casa y una toalla limpia.
El agua caliente fluyó un buen rato sobre su cuerpo. Estaba de cara a la lluvia, le gustaba la forma en la que le golpeaba el rostro. Lavó su cabello con cariño, le gustaba que se viera bonito.

Salió tranquilo del baño con el pelo mojado, encontrándose de lleno con su hermano; quien sostenía entre sus brazos a la niña. La pequeña omega se veía adormilada, pero mantenía sus grandes ojos marrones atentos.

—Hola Mal —canturreó, moviendo la manita de la bebé para que saludara también.

—No me avisaste que estarías con ella hoy.

—Estaba aburrido y le pedí a Brimi que la trajera mientras él trabaja. Hoy pasamos un buen rato con la abuelita de Brimi. —le comentó mientras jugueteaba con las manitos de la pequeña. —Ella dice que es una bebé hermosa, ¿No crees tú también que es muy tierna? —preguntó el menor de los hermanos, acercándose un poco para que el otro pudiera verla.

𝑳𝒊𝒗𝒆 𝑾𝒊𝒓𝒆 ~ 𝑩𝒐𝒏 𝑺𝒄𝒐𝒕𝒕 𝒙 𝑴𝒂𝒍𝒄𝒐𝒍𝒎 𝒀𝒐𝒖𝒏𝒈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora