1. Monte Wundagore

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Sugerencia de pista: Not a Moster - Danny Elfman.

Wanda Maximoff estaba allí con el alma destrozada al ver las caras de miedo de sus pequeños, de sus muchachos. Por amor había cometido una serie de abominaciones las cuales hizo corrompida por un poder maligno. Y ahora había visto en lo que se convirtió reflejado en las caras de miedo de sus amados hijos ¿Se había vuelto un monstruo? Su variante era la única que había comprendido su dolor y agonía prometiendo así cuidar bien de sus hijos y amarlos siempre. El portal de América se cerró y en ese momento Wanda lo supo, debía destruir el Darkhold por completo.

No dejaría que nadie volviera a ser tentado por él, ni en ese, ni en ningún otro universo. Entonces subió a aquella mesa de piedra decidida a eliminar todo rastro de ese lugar donde había sido creado aquel libro oscuro. Stephen Strange que aun poseía ese cuerpo muerto y lugubre, había decidido quedarse con ella y no abandonarla, la miró y supo que estaba apunto de hacer una locura. Los ojos del hechicero le pedían con pesar que buscara otra manera ¿Pero cuál? No conocía otra.

――Yo abrí el Darkhold... yo debo cerrarlo ──dijo con voz cargada de decisión, alzando los brazos para hacer lo que tenía que hacer── Nadie volverá a ser tentado por el Darkhold otra vez, Strange.

El hechicero asintió con la cabeza, y aunque ciertamente ella había cometido decisiones terribles, no pudo evitar admirarla en ese momento ya que estaba dispuesta a sacrificarse y renunciar a lo que había perseguido con tanta ferocidad para destruir un mal oscuro. Al instante, ella comenzó a derribar aquellos milenarios muros con su poder escarlata, con dolor y lágrimas en sus ojos. Su corazón estaba atormentado, su vida y sus sueños se venían abajo junto con aquella edificación.

¿Qué sentido podía tener la vida ahora sin sus queridos muchachos?. Eran todo lo que ella deseaba, no quería ser un monstruo, solo una madre. Justo antes de que los muros se vinieran encima de ella el tiempo se detuvo por un instante ¿Debo morir? se preguntó. Al fin y al cabo, había descubierto que el destino parecía arrebatarle todo aquello por lo que valía la pena vivir.

Pero en ese instante, en ese, pequeño instante, recordó unas palabras que en algún momento le habían dado fuerzas para seguir en un momento de su vida en el que había sentido un dolor parecido ¿No es la aflicción un fuerte amor que persevera? Si, las palabras de su alguna vez amado Visión despertaron dentro de ella las ganas de volver a intentarlo de nuevo. Justo antes de que aquellos enormes escombros cayeran sobre ella y Strange --él cual dejó de deambular y regresó a salvo junto a Christine Palmer-- creo un campo de protección a su alrededor.

Lo elaboró tan rápido que hasta pareció una explosión al momento en el que las ruinas cayeron sobre él. Como una esfera, quedando cubierta y en oscuridad, solo veía el brillo de su poder escarlata cubriéndola. Totalmente sola y con el corazón en mil pedazos, se acurrucó un momento y pensó ¿Qué hago ahora? Tenía pocas opciones, por no decir ninguna.

No podía volver y continuar su vida como si nada, había matado a mucha gente en Kamar-Taj, si descubrían que estaba viva tendría que pagar por lo que hizo. Sin mencionar que su presencia no era bien vista en casi ningún lado por lo ocurrido en Westview y por si fuera poco aunque habían recibido un perdón por salvar al mundo todavía estaba en la mira del gobierno junto con los que no firmaron los acuerdos de Sokovia ¿Qué hay de Clint? se preguntó, pero descartó la posibilidad de inmediato, no podría.

Pensó en lo decepcionado de ella que estaría, seguramente ya sabía lo de Westview y ¿Ahora esto? ¿Su amiga se había vuelto una asesina? No tenía cara para llegar a su casa y quedarse allí con su familia y ponerlos en riego ¡No, eso jamás! pensó. No tenía mucho tiempo, sus emociones estaban muy aplastadas. Se sentía en extremo cansada física y emocionalmente por las batallas, la persecución, la deambulación, el tormento de ver a sus niños aterrados por ella, y la decepción de tener que aceptar vivir sin ellos.

Wanda sentía como algo en ella se iba apagando poco a poco, ya no tenía fuerza. Incluso el campo mágico comenzó a parpadear, como si se debilitara junto a ella. Si se dormía moriría. Pero en ese momento ¡Recordó que había robado un poco del poder de América! No como para abrir un portal a otro universo pero quizá si uno a algún lado del suyo, por lo menos debía intentarlo.

Se estaba quedando sin fuerzas debía darse prisa, así que decidió dejarle al destino o a la casualidad donde la llevaría aquel portal.

Uso todas las fuerzas que le quedaban y comenzó a abrir el portal. Sus manos comenzaron a hacer algo que nunca habían hecho, además de la concentración de poder, se crearon en cada una esferas de energía las cuales crecían conforme el portal se iba abriendo, de una forma muy parecida a los de América Chavéz, solo que en vez de forma de estrella azul es de una grieta escarlata. Era tanta la fuerza y poder que estaba usando que sentía como quedaba casi por completo debilitada, pero el portal se abrió y... entonces ella ¡Saltó por él!

Todas sus fuerzas se habían ido y lo único que podía hacer ahora era usar el poco de magia que le quedaba para amortiguar algo la caída. Mientras iba cayendo el portal que se había abierto en una parte muy alta se cerró. Mientras caía, entrecerrando los ojos y perdiendo poco a poco la conciencia distinguió que era de noche en el lugar al que había ido y entonces... ¡Pum...! Logrando frenar algo el golpe con su magia ¡Cayó acostada en lo que parecía arena! Tirada allí en aquel frío lugar sintió como poco a poco sus ojos se iban cerrando. Lo último que vio fue un hermoso cielo estrellado y lo último que escuchó, una voz que gritó...

――¡Marc, mira es una persona! ¡Debemos ayudarla!

――¡Marc, mira es una persona! ¡Debemos ayudarla!

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Un Loco Amor (Moon Knight & Scarlet Witch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora