Capítulo 13

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Un par de semanas más tarde, Lexa comenzó a trabajar en el restaurante de Gustus.

Sentía mucha adrenalina al moverse por esa cocina enorme, y estaba feliz por ello, pero por otro lado también estaba frustrada porque no veía a Clarke desde la noche del bar.

—Parece que no tenemos respiro aquí—le dijo una voz mientras se tomaba unos minutos para fumar—. Hola, mí nombre es Charmaine. La segunda de Gustus.

—Lexa.

—Gustus me ha hablado de ti, eres buena Woods.

—Gracias, pero aún tengo mucho que aprender.

—Y estoy segura de que lo lograrás. Sólo sigue trabajando así de duro.

La morena sonrió orgullosa al escuchar a la mujer, y luego de terminar su cigarrillo, ambas regresaron a la cocina.

—Espero que hoy nos dejen suficiente propina.

—¿Estás ahorrando?

—Sí, quiero llevar a mí novia de viaje.

—¿Tienes pensado dónde?

—No tengo un lugar fijo, sólo espero sorprenderla y que le guste.

Una vez su turno terminó se quitó el uniforme cuando Gustus se acercó.

—¿Lexa?

—Estoy aquí, Gus—respondió terminando de cambiarse, y acercándose al hombre.

—Cuando termines, pasa por caja. Nina te dará tu paga.

Terminó de cambiarse y tomando su bolso, se dirigió a la caja. Pero al recibir su paga la decepción se apoderó de su rostro.

—¿Qué sucede, ojos verdes?—le dijo Nina, quién era suschef.

—¿Cien euros?

—Es suficiente para ti.

Molesta apretó los puños arrugando los euros, y dejó el restaurante subiendo rápidamente a su motocicleta.

Al llegar al Runaway, buscó a Clarke encontrándola en la barra atendiendo a los clientes.

—Hey, no te esperaba aquí.

—Hola.

—Hola, cariño—la saludó besándola pero al notarla tensa, le preguntó— ¿Qué sucede?

—Debo hablar contigo.

—Rae.

—Ve, yo te cubro—le dijo su amiga, dejando que se fuera.

Una vez a solas, Lexa se llevó un cigarrillo a la boca pero fue incapaz de prenderlo.

—Ugh…

—Déjame hacerlo.

Clarke tomó el encendedor prendiéndoselo, y observó que largaba el humo algo nerviosa.

—Ugh…

—¿Qué ocurrió? ¿Te han echado del restaurante?

—No… No es eso…

—¿Entonces?

—Es sólo que… No me pagan lo suficiente—dijo dándole una pitada al cigarrillo, largando el humo por su nariz—. Sólo tengo dinero ahorrado para cinco días.

—Cariño… ¿Eso es lo que te preocupa?

—Es que… Pensaba que podríamos estar dos semanas… Lo que durarán tus vacaciones.

Road Trip - Clexa AU (Re - Edit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora