Clarke estuvo enamorada de Lexa desde siempre, en cambio la castaña nunca se ató a nadie.
Al terminar su relación Lexa decidió empezar su vida, pero Clarke no pudo olvidarla.
Con el tiempo Lexa empezó a darse cuenta de que por más mujeres que pasar...
Luego de conducir toda la noche, llegó por fin a Barcelona.
Durante tres días intentó distraerse y pensar en su nueva vida, pero la imagen de Clarke aparecía en su cabeza todo el tiempo, derrumbándola.
Intentaba liberarse de todo el estrés y de los problemas intentando sentirse bien, pero se engañaba a si misma. Nada estaba bien.
Acostada en la cama del hotel y mirando el techo, lloró por todo lo que sentía. Lloró por Clarke y por haberse enamorado tan rápido, se sentía una estúpida a la que habían utilizado y tirado como si fuera nada.
Revisó con tristeza su móvil entrando a la galería, cuando sus ojos se toparon con una foto de su mejor amiga.
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—Anya…—susurró volviendo a recordar lo que le había pasado a su amiga hacía ya muchos años—. Me haces tanta falta…
Flashback
—Sabía que lograrías hacer ese riff en la guitarra—le dijo Anya abrazándola mientras caminaban.
—Pensé que sería más difícil… Gracias.
—¿Por qué?
—Por confiar en mí.
—Eres mi hermanita además de mí cuñada, Lexa—respondió su amiga sonriendo—. Siempre confiaré en ti y te cuidaré.
Lexa adoraba a Anya. Desde que la había conocido por ser la novia de Lincoln, ambas se hicieron amigas al instante. Las dos eran muy parecidas en cuanto a personalidad, ambas eran silenciosas, preferían salir a lugares donde no hubiera mucha gente, y pasar el rato escuchando o tocando música.
—Linc me dijo que debemos practicar más…—dijo Lexa tomando su helado—. Tiene el contacto de un bar en donde llevan músicos. Y quiere que toquemos allí.
—¿Pero?
—No estoy segura de querer tocar allí.
—Sabes que Linc y yo siempre te cuidaremos, y estaremos ahí para ti—Lexa al escucharla, la abrazó y juntas cruzaron la calle. Sin embargo por más que el lugar estuviera desierto fue perfecto para un borracho, que se apareció con su auto a máxima velocidad— ¡Cuidado Lexa!
La morena sintió que Anya la empujaba justo cuando esta era levantada por el auto dejándola a pocos metros sobre el asfalto.
—¡Anya! No, no nono… ¡Anya!—gritó Lexa arrodillándose junto a su amiga empezando a llorar— ¡Despierta! ¡Anya!
De nuevo en el presente las lágrimas de Lexa corrían por sus mejillas al volver a recordar ese momento, en un abrir y cerrar de ojos su amiga se había ido para siempre, dejándola sola y destrozada.
A las dos horas despertó y observó su móvil, encontrando dos mensajes de Lincoln.
Linc: ¿Llegaste ya hermanita? Linc: Titus preguntó. Espero que estés bien.
Lexa: Sí. Lexa: Perdóname por no avisarte Linc.
Linc: No te preocupes. Linc: ¿Cómo estás? Lexa: No lo sé. Lexa: No sé por qué me preocupa tanto lo que ha sucedido con Clarke. Linc: Porque la amas. Lexa: Pero yo no era así. Linc: Lo sé. Lexa: Me siento horrible Lincoln. Linc: ¿Quieres que te llame? Lexa: No quiero molestarte. Linc: No estoy ocupado. Lexa: Bueno, si tu quieres.
El móvil de Lexa comenzó a sonar y pudo ver que su hermano estaba haciendo videollamada con ella.
