Rhaenyra se sentó frente a su hijo Joffrey, con una mirada seria en sus ojos violeta.
-Joffrey, necesito hablar contigo sobre algo importante -empezó ella, sosteniendo con delicadeza las manos de su hijo.
El joven príncipe levantó la mirada, curioso por saber de qué se trataba.
-Tu abuelo Vicerys se ha negado a cancelar tu compromiso con Daeron -dijo Rhaenyra, con voz firme.
Joffrey frunció el ceño, sintiendo una mezcla de sorpresa y enojo.
-Pero madre, no quiero casarme con él. No lo amo.
Rhaenyra suspiró, sabiendo que esta conversación no sería fácil. Le partía el corazón tener que ver a su hijo sufrir.
-Joffrey, entiendo tus sentimientos, pero como príncipe, tienes ciertas responsabilidades que debes cumplir. Tu matrimonio con Daeron es crucial para mantener la paz entre nuestra casa.
El joven príncipe se levantó de su asiento, frustrado.
-Pero madre, ¿por qué debo sacrificar mi felicidad por el bien de todos? No es justo.
Rhaenyra se puso de pie y se acercó a su hijo, colocando una mano en su hombro.
-Joffrey, la vida de un príncipe no siempre es fácil. A veces debemos tomar decisiones difíciles por el bienestar de nuestro reino. Tu matrimonio con Daeron es una de esas decisiones.
Joffrey miró a su madre, con una mezcla de tristeza y resignación en sus ojos. Finalmente, asintió con la cabeza.
-Entiendo, madre. Haré lo que sea necesario para cumplir con mi deber como príncipe.
Rhaenyra sonrió con orgullo a su hijo, sabiendo que había tomado la decisión correcta.
-Eres un buen hijo, Joffrey. Sé que harás lo correcto y cumplirás con tu deber con honor.
Los dos se abrazaron, sabiendo que el camino por delante no sería fácil, pero juntos podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.
[...]
Alicent se acercó a Daeron con determinación en sus ojos.
-Debes hablar con el Rey Vicerys para romper el compromiso entre tú y Joffrey- le dijo en un tono firme.
Daeron frunció el ceño, sabiendo que su madre no iba a aceptar un no por respuesta.
-Madre, padre no va a romper el compromiso -respondió con resignación.
Alicent suspiró, sabiendo que Daeron tenía razón. Vicerys era un hombre de honor y no rompería una promesa hecha, incluso si eso significaba casar a su hijo con alguien que no deseaba. Pero ella no se daría vencida tan fácilmente.
-Insistiré, Daeron. No permitiré que te cases con ese bastardo -declaró con determinación.
Justo en ese momento, un golpe en la puerta interrumpió su conversación. Un sirviente entró en la habitación, con una expresión nerviosa en su rostro.
-El rey Vicerys ha solicitado la presencia de el príncipe Daeron de inmediato -anunció el sirviente.
Daeron se puso de pie de inmediato, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que su padre no lo llamaba a menudo, y cuando lo hacía, era por algo importante.
Alicent le dio una mirada de apoyo a su hijo mientras salía de la habitación, rezando para que todo saliera bien.
Mientras Daeron se dirigía hacia la sala del trono, se preguntaba qué le esperaba. Sabía que su padre era un hombre de decisiones firmes, y temía lo que podría significar para su futuro.
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𝐔𝐧 𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐥
FanfictionEl rey Vicerys decide casar a su hijo menor Daeron con su nieto Joffrey para fortalecer los lazos de su familia y asegurar el futuro de la casa Targaryen.