¿Qᴜᴇ́ sᴜᴄᴇᴅᴇ?

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Todos los chicos planearon una salida, y ahora mismo estoy con ellos en medio de un bosque "seguro" a medianoche.

No entiendo por qué de la nada salen salidas tan... ¿Creativas?

Ahora mismo estamos en medio de una fogata contando anécdotas, historias de terror y cosas sobre nuestra vida, lo básico; yo por el otro lado, estoy escuchando atentamente mientras como lo que hay, no he hablado durante toda la fogata. Esa paz me la iba a quitar Alex.

— Esperen, acá falta alguien que no ha hablado. — inmediatamente Alex volteo a verme. — Te veo muy callada, Meli, me imagino que tienes muchas cosas por contar. —

Inmediatamente todos voltearon a verme y empezaron a darle la razón a Alex.

— ¿Qué les digo o qué? —

— No sé, como somos ultra chismosos, cuéntanos sobre tu vida amorosa. — dijo Isa.

— Pues no hay nada interesante, no estoy en una relación, hace tiempo que no estoy en una, y... No me gusta nadie. — respondí restándole importancia.

— Bueno, en lo demás te creo, pero... ¿Cómo que no te gusta nadie? Alguien te debe parecer atractivo por lo menos. — habló Alex.

— Nadie. — respondí de nuevo.

Voltee a ver a Lukas y el ya me estaba mirando, tenía cara de confusión, pero ¿Por qué?. Tuvimos contacto visual por unos segundos, yo fuí la primera en quitar la mirada, me puse nerviosa. No entiendo el por qué me pongo nerviosa... ¿Qué sucede?

Karla noto las miradas, porque como estaba al lado mío, me dió un pequeño golpe en el hombro.

— Bueno ya, nos iremos a dormir? — pregunté, estaba demasiado cansada.

— Sí, solo que hay que dividirnos, porque no trajimos muchas casas de acampar. — dijo Karla.

Nos organizaron de la siguiente manera.

1 • Karla, Cassie y Lidia.

2 • Larissa, Isa y yo.

3 • Emi y Luis.

4 • Alex y Lukas.

Solo llevaron cuatro casas de acampar para diez personas, no lo pensaron antes.

Ya todos estábamos dormidos, incluyéndome, hasta que una voz reconocida me despertó.

— Lissi, estás despierta? — preguntó Lukas con la voz adormilada y un poco ronca.

— ¿Qué pasa? — pregunté adormilada.

— Disculpa si te desperté, es que quiero mostrarte algo. — se disculpó. — Ven, antes de que se despierten las demás. —

— Está bien, vamos. — acepté para después seguirlo.

Llegamos al lugar, era una cascada, su río era muy brillante gracias a la luz de la luna.

— Wow, es hermoso este lugar, ¿Cómo es qué sabías de este lugar? — hablé sorprendida.

— Hace años había venido a este lugar, así que cuando llegamos aquí lo reconocí inmediatamente y decidí llevarte aquí, sabía que iba a gustar. —

— No me digas que soy la primera persona a la cual traes a este lugar. —

— Sí, si eres la primera persona a la cual traigo aquí. — me respondió con sinceridad.

Yo solo lo miré sorprendida, para después voltear a ver el río, era demasiado hermoso.

— También te traje aquí porque desde que nos conocimos siento que tuvimos una conexión demasiado bonita, en este tiempo que nos hemos estado conociendo me di cuenta de que eres muy especial para mí. — habló mientras miraba el río y después me volteo a ver a mí.

— Agradezco mucho tus palabras, de hecho, yo también sentí y siento esa conexión, y por eso mismo también eres especial para mí. — respondí mirándolo.

Comenzamos a acercarnos involuntariamente poco a poco, llegamos al punto de escuchar nuestras respiraciones. Ninguno de los dos era consciente de lo que íbamos a hacer.

A solo centímetros de hacerlo, escuchamos un ruido e inmediatamente nos alejamos.

Cᴏɴᴇxɪᴏ́ɴ ᴜ́ɴɪᴄᴀ ǫᴜᴇ ɴᴜɴᴄᴀ sᴇ ɪʀᴀ́. || Lukas UrkijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora