𝑳𝒊𝒗𝒆 𝑾𝒊𝒓𝒆 ~ 𝑩𝒐𝒏 𝑺𝒄𝒐𝒕𝒕 𝒙 𝑴𝒂𝒍𝒄𝒐𝒍𝒎 𝒀𝒐𝒖𝒏𝒈.

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒖𝒐𝒅𝒆𝒄𝒊𝒎𝒐.

El humo del cigarrillo subía al techo de la sala, no quedaba estancado ahí gracias a las ventanas abiertas. Malcolm no estaba acostumbrado a fumar dentro, pues ambos hermanos tenían la regla de no hacerlo dentro de la casa, sin embargo Bon podía hacer lo que quisiera al vivir solo.

El tabaco los relajaba a los dos. Habían trabajado por la mañana y por la tarde tuvieron un ensayo bastante pesado. Además, el menor cargaba con la idea de que Angus se había quedado en la casa de Brian y dormiría con él; estaba seguro de que ambos dejarían a la bebé durmiendo en su habitación mientras ellos hacían algo más.

Scott inició un beso pesado entre ellos, el ambiente se sentía pesado gracias a las feromonas que sus cuerpos no paraban de emanar. —Te amo —aseguró el mayor, alejándose de los labios de su pareja para darle otra calada a su cigarro prendido.

—Yo también —respondió el guitarrista, moviéndose un poco sobre el regazo del más alto. Podía sentir el paquete debajo de él, aquella sensación no le desagrada en lo absoluto.

Bon apagó su cigarrillo, el cenicero estaba casi lleno ya. Abrazó a su novio, apretando esos muslos algo llenos que amaba. No sabía en que momento había accedido a quedarse solo en boxers, pero lo había hecho. Comenzó a repartir algunos besos encima del cuello del más bajo. Young cerró sus ojos al suspirar y también se deshizo de su cigarro, se sentía deseoso de avanzar en su relación.

—Eres una omega hermosa.

—Ya te he d-dicho que no me gusta que me hables como una chica... ah —jadeó al sentir el énfasis que hacía sobre su glándula de aroma, en dónde debería ir la marca.

—Y yo te he dicho que seguiré haciendo lo que quiero. —comenzó a lamer esa zona con ganas. Amaba el olor a frambuesas frescas y chocolate con leche de su novio.

—No me gusta que me domines. —lo tomó desde sus rizos, haciendo que Bon alejara su rostro con una expresión de dolor.

—No vas a jugar sucio conmigo, perra. —fingió una embestida, sintiendo como el cuerpo del menor temblaba. Rio por lo bajo en el tono más grave que podía. Nuevamente empezó a besarlo, apretando con sus manos toda la carne que podía. Le encantaban esas piernas y ese trasero redondo.

A Malcolm le tomó por sorpresa la forma en la que fue cargado, como si de un koala se tratase. No se opuso cuando fue llevado hasta la habitación del alfa aún sin cortar el beso. —Eres un bruto —se quejó apretando los dientes cuando su espalda chocó contra el colchón. Enseguida tomó una de las almohadas para abrazarla por un momento, se sentó encima de esta y rrancó el cubrecamas para colocarlo a su al rededor.

—Aww, ¿Harás un nido? —preguntó con obviedad, buscando entre sus cosas una camiseta que le pertenecía a su novio y que había quedado allí semanas atrás.

El guitarrista se quitó su sudadera, agregandola al montículo de cosas junto con las prendas que le ofrecía su pareja. Pronto tenía una pequeña montaña de ropa, almohadas y mantas en el medio de la cama de dos plazas. Bon no podía evitar verlo mientras salivaba, estaba parado frente a él sin decir nada.

—Ven aquí, alfa —lo invitó con cariño al acostarse boca arriba. Scott separó sus piernas, metiéndose entre estas cuando se colocó encima suyo. Comenzaron un beso algo rudo, la ropa comenzó a estorbarles y ninguno tuvo problemas en desnudarse lentamente.

Al omega no le agradó estar totalmente expuesto mientras el mayor seguía usando sus pantalones. Le quitó los jeans sin cuidado, pero se contuvo de hacer lo mismo con los bóxers. El vocalista se separó por un momento, dedicándose ahora a besar el pecho suave de su pareja. Se metió uno de los pezones duros a la boca, succionando sin cuidado a la vez que apretaba el otro.