14. Segunda cita.

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Noel estaba intrigado, cuando pasó esa tarde a casa de Edgar no paraba de estar nervioso, repiqueteaba los dedos en el tablero del coche en cada semáforo y bufaba si los autos frente a él iban lentos, se había ofrecido a ir por Edgar al trabajo, pero este lo había rechazado, diciéndole que sabía que también trabajaba y que casi sería una carrera llegar a tiempo, así que podían verse en su casa.

Cuando Noel al fin llegó, Edgar estaba a punto de entrar a su casa, Noel de inmediato corrió hacia él y lo abrazó por detrás, ya habían establecido que cierto tipo de contacto estaba bien entre ellos.. o mejor dicho, Noel había establecido que quería poder abrazar a Edgar prácticamente todo el tiempo que estuvieran juntos.

Eso había sido en su segunda cita, una semana después de la primera.

...

Noel había llegado temprano a casa de Edgar, habían quedado de pasar una segunda cita estando todo el día juntos, iban a tomar turnos para ir a diferentes lugares y conocerse mejor, (aunque con lo mucho que hablaban por mensajes ambos ya sentían que se conocían bastante bien).

Edgar iba a comenzar, llevando a algún lado a Noel.

- Listo?

- Ajá...

Edgar le dio indicaciones a Noel de que camino seguir, esto porque Edgar aún no tenía su licencia y por lo tanto no sabía conducir.

Llegaron a un parque bastante grande y al entrar había varias familias y personas en el lugar.

Edgar de inmediato comenzó a caminar y lucia bastante relajado y feliz, esto puso aún más contento a Noel, internamente tomó una decisión al respecto.

Noel corrió hacia Edgar y lo abrazó fuerte, Edgar de inmediato de sonrojo y le pidió que lo soltara, pero Noel se resistió, lo apretó un poco más fuerte y le susurró al oído.

- Verte feliz me provoca ganas abrazarte, simplemente verte me provoca querer estar cerca de ti todo el tiempo.

Edgar se puso completamente rojo de pies a cabeza y se giro hacia el rostro de Noel para asegurarse de que viera su expresión cuando le dijera que no hiciera esas cosas en público, pero, al verlo de frente Edgar olvidó por completo tanto lo que le iba a decir como que estaban rodeados de tantas personas y colocó sus manos en el cuello de Noel y con una sonrisa enorme le dijo:

- La ley de atracción es real, funciona... y es mutua.

La sonrisa que se formó en el rostro de Noel luego de que Edgar dijera esto era enorme, sus ojos brillaban y aunque había una multitud casi que en el lugar, en su mundo sólo eran ellos dos.

- Entonces... tengo permiso para abrazarte tanto como quiera? - Preguntó Noel con una sonrisa bastante tierna.

Edgar asintió sonriendo igual.

Caminaron un rato por el parque, no se dieron cuenta en que momento ya iban tomados de la mano, cuando dieron las 5 se percataron de que solo habían ido a un lugar y que todo el día solo habían charlado y caminado, entonces lo entendieron.

- Edgar...

- Si?

- Crees que... bueno...

- Qué?

- Es que yo...

Era la primera vez que Edgar veía nervioso a Noel.

- Solo dime. - Dijo Edgar colocándose frente a Noel.

El tenerlo tan cerca hizo que Noel solo lo supiera, que estuviera seguro de ahora a para siempre, así que solo se inclinó y lo besó... Edgar le respondió el beso y al separase ambos sonrieron.

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