Los nervios estaban a flor de piel, ninguno de la organización sabía que darle a la pelirroja, o al menos los Haitani y Sanzu, el regalo de este último fue denegado, no querían que Rina se drogara, y mucho menos con lo que el de cicatrices se metía.
Por su parte, Koko y Kakucho optaron por complementar sus regalos, Takeomi le daría alcohol, nada raro en él; y el regalo de Mikey era un misterio.
Sólo Ran, Rindou y Sanzu tenían el problema, a pesar de pensar tanto, no podían llegar a ninguna idea, hasta que su salvador, Hajime, les dijo a cada uno qué comprar.
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Durante el día no pudieron verse por el trabajo, pero en la noche, todos habían terminado lo más rápido posible para poder celebrar su cumpleaños.
Kakucho preparó una gran cena, Koko y Mikey preparaban un orden para dar los regalos ya que todos estaban emocioandos.
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Pasada la cena, todos se reúnen en el salón, para estar más cómodos. Takeomi es el primero en dar su regalo, estaba muy orgulloso por él; Kokonoi y Kakucho le seguirían: el primera le da un vestido largo de color rojo, de tirantes con una abertura en la pierna izquierda, el de la cicatriz lo combina dándole unas deportivas blancas con una pequeña plataforma.
Sus tres "amores" se acercan a la vez, pues querían dar juntos los regalos: el pequeño de los Haitani le da una paleta de sombras de ojos junto a unas brochas; el de cicatrices unas rosas y una pequeña caja de bombones; por último, el de pelo corto le da un pequeño peluche de un oso. Los ojos de Rina brillan por la felicidad y ternura, ya que los tres tenían un rubor en las mejillas.
—Mikey, sólo faltas tú—interrumpe el momento Koko. —Ya lo sé —¿Acaso el líder no tiene regalo~?—dice burlón Ran. —Sí tengo—agarra la mano de la chica y sube las escaleras—Ven —E-espera Mikey—sin entender que pasaba, Rina se deja llevar. —En privado mejor...—dice bajo y con un ligero rubor. —Está bien
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Una vez en la habitación, el líder le pide a la chica que cierre los ojos. Tras ello, Mikey hace ruido buscando lo que sea que fuera a darle. Ya encontrado lo deposita en las manos estiradas de la pelirroja.
—Y-ya...
Con lentitud abre los ojos y con cuidado quita el papel dejando ver el álbum de fotos. Extrañada mira a su amigo, el cual seguía con el rubor en sus mejillas.
—Hay fotos...pero no está completo...
Sonriendo enternecida, agarra la mano del Sano obligándole a Mikey sentarse en la cama junto a ella y abriendo el álbum.
—Pues vamos a verlo —¿¡Qué?! No —¿Por qué no? —Me da vergüenza —¿El gran Mikey tiene vergüenza? —Sí —Que lindo —Silencio, soy tu jefe —Aunque ahora actúas como niño pequeño —Te odio —Mentiroso~ —No te soporto —Lo que tú digas, pero vamos a ver las fotos—resignado bufa. —Está bien —Yeeei~
Sintiéndose victoriosa y dibujando una gran sonrisa en su rostro, va pasando las fotos. El álbum contenía fotos de cuando se conocieron, de quedadas con algunos miembros de la Tokyo Maji o con Emma.
Los dos reían, recordaban o dejaban escapar alguna lágrima, hasta que llegan al final de las fotos que el de pelo blanco había colocado.
—Quise dejar páginas en blanco por si querías poner alguna de ahora... —Espera aquí—extrañado la mira-sólo espera
La pequeña figura de Rina desaparece por la puerta para aparecer unos minutos después, en sus manos sostiene una cámara polaroid.
—Vamos a hacernos una foto —¿Qué? —Una foto
Se vuelve a sentar junto a Manjiro para hacer la foto y continuar el álbum con su nueva vida.
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