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Con un cono en la cabeza y una rosa marchita en el corazón acerco mi vida, mi tiempo y lo más importante, mi venganza en este cuarto. ¿Por qué me miran? ¿Por qué les agradan mi extraña forma de presentarme en este plano?

Pensamientos que dejarían hasta al más débil de mente atrapado en una red de ideas enredadas como cables. Mientras iba con este lío en la cabeza suenan unos golpes suaves y delicados. "Aleysha". Fue mi nombre lo que pude escuchar mientras alguien parecía golpear un bolígrafo contra la mesa.

"Aleysha ¿Qué es lo que intentas resolver con esa mentalidad? Ya sabes que no vas a resolver nada". Me dijo el psicólogo que me sugiere mantener la calma y olvidar lo que ha pasado, pero su paciencia no da para más. "Mi mente es un caos, señor. Usted no parece entenderlo. Mi dignidad, mi tiempo y familia se han ido por un caño mal colocado".  Le respondí, pero yo no lograba mantener la mente calmada, pero tampoco es que yo me esté ayudando.

"Aleysha, ya te lo dije. Debes entenderlo, entiende que debes alejarte de ese camino que solo te hará perderte en un laberinto de problemas". El psicólogo comentó. Siento que este señor es más un colega que un supuesto angelito que te orienta para retornar a tu camino.

Le tuve que fingir interés para ver si llegábamos a algo. Al final, solo me recetó algunas pastillas y algo para poder dormirme. El piensa que la falta de sueño me tiene la cabeza en otro canal.

𝖤𝗅 𝖠𝗋𝗍𝖾 𝖣𝖾 𝖫𝗈𝗌 𝖮𝗌𝖼𝗎𝗋𝗈𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora