–"No me dejes por favor!"–
Danielle gritaba mientras sostenía el débil cuerpo de Haerin. Ese día había encontrado a Haerin sangrando en el suelo, tenía heridas por todas partes y un pequeño cuchillo al lado.
–"Sálvenla!!"–
Gritaba Danielle mientras se llevaban a Haerin en una camilla, sus piernas fallaron y cayó rendida al suelo, cansada, llena de dolor y angustia.
–"por favor..."–
Era lo único que podía decir casi sin aliento mientras miraba desesperadamente en dirección a la sala de emergencias donde se encontraba Haerin.
Danielle tenía miedo de perder a Haerin, ella lo era todo para la australiana, muchas veces le decía lo mucho que le afectaría si ella se iba un día, aunque para la coreana era solo un decir para Danielle significaba la más pura verdad.
Danielle estaba sentada, inquieta, quería saber si Haerin estaría bien o no, no podía permitir que se fuera tan rápido.
–"familiares de Kang Haerin?"–
–"Aquí!"–
gritó Danielle levantándose rápidamente.
–"Cómo se encuentra Haerin?"–
preguntó Danielle débilmente–"Ella perdió bastante sangre pero pudimos salvarla a tiempo.."–
y antes de que el hombre pudiera terminar de hablar, Danielle ya se encontraba corriendo a la sala donde se encontraba Haerin.
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Entró cuidadosamente ya que Haerin dormía plácidamente, Danielle se acercó lo suficiente para notar el rostro cansado y pálido de su novia, un nudo en su garganta se formó y las lágrimas amenazaban con salir cuando escuchó una voz familiar
–"Estará bien"–
le dijo Minji afirmada en la puerta. Danielle no tardó en correr hacía su amiga para fundirla en un abrazo lleno de dolor, Kim correspondió, ambas permanecieron en silencio hasta que la chica volvió a hablar.
–"Debemos dejarla descansar"– dijo Minji mirando hacía la camilla –"debe estar muy cansada, y tú igual Marsh".–
Danielle suspiró, toda la ansiedad le había producido un cansancio horrible. Se acercó a Haerin y depositó un beso en su cabeza
–"Descansa Rinnie. Te amo"–
Ambas dejaron la habitación, Danielle regresó a su casa con un dolor muy grande en su pecho, algo no andaba bien y ella lo sabía.
La australiana se sentó en una silla, estaba demasiado nerviosa, tenía mucho miedo, intentaba calmarse tomando agua pero eso no ayudaba mucho. La ansiedad se la comía viva, quería volver y quedarse con Haerin, cuidarla y asegurarse de que estuviera totalmente bien.
Lamentablemente el sueño llegó de imprevisto y Danielle quedó profundamente dormida en la mesa.
El reloj marcaba las 2am y su celular vibraba, adormilada, Danielle miró la pantalla para ver el nombre de Hyein, no tardó en contestar levantándose rápidamente de la mesa.
–"Danielle?"–
Preguntó Hyein–"Sí?"–
Danielle temía lo peor, sus nervios la estaban acabando