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Jueves por la tarde, los padres de Lisa llegaron, y ella no podía estar más frustrada.

La señora Kim le dio a Roseanne su paga, Lisa al ver eso, cayó en cuentas, esto era solo un trabajo para Chaeyoung, Roseanne hacia esto por dinero, no porque la quisiera, no porque-

— Adiós, Lisa —saludó la mayor, interrumpiendo completamente los pensamientos de la tailandesa— Adiós, Roseanne.

La puerta se cerró, Lisa resopló y echó su cabeza para atrás, en eso, sintió que alguien se sentaba en el sillón de un gran salto.

— Entonces, cuéntame, ¿te la cogiste o no? —susurró Jennie sonriente, Lisa la miró con sus ojos abiertos, en estado de shock por lo que acababa de oír— ¡Jennie Kim! ¡Por dios! —la tailandesa golpeó a la coreana y ella se echó a reír.

— ¿Y? ¿Lo hiciste? —Lisa miró fijamente a la coreana y sonrió pícaramente, Jennie abrió su boca estupefacta y se echó a reír— ¿Y las sabanas?

— Lavadas y colocadas como si nada.

— ¿Y lo hizo bien?

— ¡Jennie Kim! ¡Eso no se pregunta, tonta!

La mayor comenzó a reír.

— Sí, lo hizo bien.

Un gritito de emoción salió disparado de la boca de Jennie, Lisa se puso roja.— ¿Más detalles?

— Pues...

baby sitter } chaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora