Cap 65

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Una pareja entró por aquel gran edificio, búhos entraban y salían del lugar. Los aurores los obserbavan atentos a los intrusos. Tenían la ventaja de tener compañeros infiltrados en el lugar que los reconocían y ayudaban a aligerar la inspección.

-Señor Snape, buenas tardes- sonrió un auror mientras revisaba la capa y el abrigo de la compañera del pelinegro. Los despojaron de sus varitas, después de eso caminaron al área asignada, Laian estaba muy callada, las paredes negras del Ministerio no ayudaban.

Algunos otros empleadores les sonreían, regalando les una copia del profeta a cada uno. Pasaron por puertas y largos pasillos hasta que Severus se detuvo de repente con la boca del estómago hundiéndose. Liana golpeo su nariz sacándole lágrimas.

Estaba por preguntar por su arrebató, cuando el pelinegro se giro. Tapandole la boca con su gran mano y empujandola a una habitación oscura.

La puerta semi abierta la ayudo a ver cómo una pareja pasaba sin percartarse de ellos. Sintió el tacto de Severus frío y tembloroso, al ver su rostro este miraba sin parpadear a la pareja que se levantaba de puntillas para besarse, Liana los reconoció, James y Lily Potter.

Severus tembló al ver a la mujer que amaba en los brazos de otros, sin embargo, lo que sintió como una apuñalada fue ver su vientre abultado. Mordió sus mejillas del odio puro.

Liana captó todo rápidamente. Golpeo la mano que les estaba impidiendo respirar.

-Estas enamorado de ella-

Severus de solo escuchar aquello borro todo rastro de emoción. Le levantó una ceja a la mujer que empezaba a sentir como una total odiosa, estaba por refutar su insinuación.

-¿Y que hay de Rellish?- Laian sonrió recuperando su color -¡Que estúpida soy, te casas con ella por conveniencia, no hay amor entre ustedes!-

-¡Liana!-

-¡Que bajo ha caído Rellish, atarte a tí, a un matrimonio absurdo!- caminaba hablando como si el pelinegro no estuviera -¡Tú que mueres de amor por una escoria que juras desaparecer!-

-¡Liana!-

-¡Rellish ha perdido el orgullo por ti!-

Severus frustrado abrió la puerta dejando a la loca mujer ahí. Busco el departamento de registro, su angustia creció. Si Rellish estabas muerta el quedaría libre. Sacudió su cabeza por la absurda idea. Anduvo con cuidado para no toparse con ningún conocido desagradable. Concentrado en sus estúpidos pensamientos casi se lleva un carrito con varios archivos.

En ese mismo lugar una mujer de cabellos rubios entraba con sus ropas finas junto a su apuesto compañero. Inmediatamente llamaron la atención, el hombre se inclinaba al ver a las brujas que trabajaban ahí.

Tenían un objetivo claro. Fue un total fastidio meter a esos hombres en su mansión, sin embargo, había hecho una promesa. Sus reservas de poción multojugos era clave para su papel en esta guerra.

Con amabilidad pregunto por el área de criaturas mágicas, vio sorpresa en la mirada de la secretaría. Su disfraz ocultaba a la feroz bestia que tenia a su lado, solo deseo que la luna saliera más tarde.

A paso firme caminaron en los largos pasillos, Eris paraba de vez en cuando por el dolor en sus costillas y miraba con rencor a su compañero. Silas aparentaba ser un hombre caballeroso a pesar de su condición.

La cabeza de la peliblanca le recordó que no estaba muy bien, se llevó la mano a la cabeza sintiendo el pequeño bulto, en estruendo de algo los hizo parar. En alerta se escabulleron en una oficina polvorienta, con la puerta medio abierta observaron ambos el montón de papel salir disparados cayendo en el suelo.

Silas estaba por salir, volteo molesto por el toque de la bruja en sus hombro. Dispuesto a ser grosero abrió la boca, justo a tiempo veía como un mago de vestimentas negras se levantaba arreglando sus cabellos y ropas. En alerta quedo cerca del cuerpo y embriagante olor de la mujer que estaba atenta a lo que afuera se presentaba.

Eris no pensó toparse en ese lugar con Severus, el hombre estaba molesto por su torpeza. Comenzó a recoger los documentos cuando una mano se extendió para ayudarlo, Rellish retrocedió viendo a Lily.

El pelinegro dejó de respirar al ver aquella hermosa aparición. La pelirroja un poco incómoda se ha gacho hasta donde pudo por lo del embarazo y recogió los papeles y los depósitos en el carrito.

-Lily- creyó ser un estúpido, no podía decir otras palabras más que el nombre de ella.

-Severus, que bueno verte- le sonrió más que todo por cortesía, a la pelirroja le dolía ver a su mejor amigo sin poder abrazarlo, se tocó el vientre como consuelo. -¿Que haces aquí?-

-Vaya Lily te ves increible- la nombrada levantó el rostro para ver a una bonita mujer acercarse hasta Severus. Fruncio un poco las cejas al verla aferrarse al brazo del pelinegro. -¿Podrianos ayudarnos?-

-Estaba por retirarme- vio hacia los lados, si James veía a Severus por aquí habria un enfrentamiento, segura les regalo una sonrisa -Pero por los viejos tiempos será un placer-

-Nosotros nos encargaremos- Severus tenía que alejarla, Liana estaba atenta a la interacción de ellos dos para contarle al Lord. Con fuerza jalo a Liana llevándola a otro pasillo.

-¡Espera!- grito molesta, se separó viendo a Lily con una fría sonrisa -¿Hay registros si Rellish esta muerta?-

Lily se puso pálida y paso su mirada en Severus. Había escuchado los rumores de que él se casaría con Eris.

-¿De que estas hablando?-

Silas no entendía nada de lo que hablaban aquellos tres, sentía el cambio de la bruja a su lado. Entendió que algo malo estaba presentándose al verla tan tensa y con los ojos llenos de furia.

-Rellish- camino estando frente a frente con la señora Potter -Severus esta devastado- sonrió aún más -¿No eres su mejor amiga, es a ti que le corresponde consolarlo?-

Lily enrojecio, intento retroceder.

-Fuiste tanto su amiga que nunca notaste como moría de amor por ti-

-¡Basta!- se interpuso un molesto Snape.

-Él te amaba y fuiste tan egoista de dejar que el se enamorara profundamente cuando otra pudo darle lo que el esperaba de ti-

-No entiendo- Lily negaba asustada y confundida, solo Severus podía explicar -¿Es eso cierto?- trago con dificultad -¿Pero que hay de Eris?- se paso las manos por el cabello -Te casaras con ella, esto es tan absurdo-

-¡Yo jamás amaré a Rellish!- explotó, no podía confesarle sus sentimientos pero si aclarar las cosas, decidido camino hasta estar muy cerca -¡Ni siquiera se si esta viva!-

Para la mujer que escuchaba detrás de la puerta fue un derrumbe todo a su alrededor. Estaba tan concentrada en esa misión que no se percató si Liana había dicho toda la verdad, la creían muerta. Se limpio una lágrima de odio, ninguno había movido un dedo para buscar sus restos.

No quería escuchar más, no le gustaba hacer magia sin varita. Hoy eso no le importaba, con su mano derecha un escritorio de madera comenzo a incendiarse activando las alarmas del lugar. Aurores de varios departamentos salieron, Lily quedo sola viendo como aquella desagradable mujer caminaba junto a su ex amigo.
















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