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exit music - radiohead
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COMO LA MAYORÍA DE LAS TARDES, Despertó de una espontánea siesta en el sofá de la oficina. Podía escuchar a Van Pelt y Rigsby cuchichear y a Cho teclear en su ordenador. Habían normalizado bastante que él casi viviera allí.
Se quedó observando a sus compañeros pero resaltó la ausencia de Lisbon. Así que se levantó y se alejó de la oficina sin decir ni una palabra, acostándose ahora en el pequeño sofá de la jefa que no paraba de escribir y corregir formularios.
Parecía notar que él estaba más silencioso que de costumbre, pero probalemente estaba agradecida de ello y por eso no dijo nada.
Tamborilleó los dedos contra su pecho mientras miraba a Lisbon y lo concentrada que estaba. Ella nunca tenía problemas con los papeleríos y trámites exhaustivos. Lisbon estaba muy acostumbrada la ritmo de vida de una persona normal, medianamente exitosa y políticamente correcta.
Jane se preguntaba cuánto hacía de que había tenido pretenciones "normales". Comprarse algo caro con trabajo duro, disfrutar de un paseo o unas vacaciones, hacer algo con sus seres queridos. Extrañaba eso. Pero ya no se lo podía permitir. Sentía que ya no podía volver a alegrarse por cosas significantes. Últimamente apenas se alegraba con pequeñas cosas que se esfumaban de un segundo a otro. Y, desde que Red John había enviado a una aliada a matar a cinco agentes del CBI exclusivamente para que él siga intentando atraparlo, las pequeñas alegrías ya eran aún menos.
Y allí estaba Lisbon, recordándole cómo vivían las personas con intenciones de seguir por las buenas. No sabía cómo es que lo hacía estando rodeada de un odio en un trabajo como el suyo, que sí se rodeaba de odio.
━ ¿Qué sucede? ━ Pregunta ella, con el tono agudo de que sabe que algo pasa pero decide fingir que no lo nota.
Jane se encogió de hombros, murmurando incoherentemente.
━ Entonces deja de mirarme.
━ Que humor... ━ Murmuró él agrandando los ojos. ━ ¿A tí qué te sucede?
Lisbon suspiró profundo, ladeando la cabeza y dejando a un lado los papeles que anteriormente tenían toda su atención. Ahí estaba. Ella no era tan complicada. Ella te soltaba lo que le molestaba y lo enfrentaba.
━ Hay un sujeto que aún no he podido demostrarlo, pero sé que es un jodido problema. ━ Respondió. ━ Ya hemos hablado sobre él, Tommy Volker. Parece que nunca lo atraparemos.
En algún momento del monólogo con el que Lisbon continuó por un rato largo; fue que Jane dejó de oirla. Era inevitable que esto sucediera cuando otras cosas más atormentadoras estaban en su cabeza, y Delilah estaba en su cabeza ahora.
