Gojo Satoru

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* ADVERTENCIA: DADDY KINK (español)
BDSM DOM/SUM ROL*

- ¡Joder! - gruñí.

Mi queja se vio acallada por el estruendo de la mesa de madera al romperse. Había caído directamente sobre la esquina, de espaldas, desde una altura de tres metros... aquello me iba a pasar factura.

Rodé sobre mi costado, clavandome las astillas en la piel. La maldición no tardó demasiado en caer dónde yo había estado hacía apenas medio segundo.

Levanté mi lanza y apunté al monstruo. Gruñó mientras me miraba, con la respiración agitada y la baba colgando entre sus asquerosos y afilados dientes. Estaba en posición defensiva, saltaría sobre mi en cualquier momento.

- Vamos... - susurré con una sonrisa pícara. - Te estoy esperando. - tenía la voz ronca, por la deshidratación y el agotamiento.

Como había predicho, la criatura saltó hacia mi y me moví con la rapidez suficiente para clavarle la punta de la lanza en el hombro. Soltó un gruñido agudo y se tambaleó hacia atrás.

Comenzó a temblar como si estuviese a punto de convulsionar, aquello no era normal.

Retrocedí de espaldas, sin bajar la lanza.

Se hizo más grande, le salieron más brazos, más piernas, más ojos... otra cabeza.

- ¡Me cago en la hostia puta! - grité echándo a correr cuando la bestia se puso sobre sus ocho patas y corrió tras de mi, lanzando dentelladas con su par de bocas putrefactas.

Respiré hondo, o al menos lo intenté, formé los sellos con las manos y concentré la energía maldita para invocar mi poder y Puff...

Aparecí en otra habitación, no sé a qué distancia. Volví a caer desdesde arriba, con la esperanza de que la criatura no hubiera sido lo suficientemente rápida, de nuevo, como para entrar en el ratio de la tele-transportación.

Caí de lado sobre el suelo frío de una habitación vacía. Me puse en pié cuando vi a la maldición sobre mi, a punto de caer.

Me eché a correr de nuevo, fuera de la estancia. Se trataba de una especie de academia, estaba en reformas y totalmente vacía y sellada.

Las fuerzas me empezaban a fallar, pero me esforcé por correr más rápido. Solté la lanza y apreté aún más el paso.

La criatura me seguía de cerca, era rápida como un guepardo, corriendo como un animal salvaje y rabioso sobre todas sus patas.

No podría defenderme en aquel estado, solo me quedaba volver a intentar ganar tiempo, o aparecer en un sitio más seguro y que me pusiera en una posición ventajosa.

Volví a juntar las manos y respirar hondo. Comencé a sentir mareo, y que mis piernas iban a dejar de funcionar en cualquier momento.

Mis opciones eran dos: enfrentarme al monstruo, y rezar para salir victoriosa, o volver a usar mi poder, a riesgo de perder la conciencia.

Hice el primer sello con las manos y mi visión se estrechó, mis piernas dejaron de funcionar, caí al suelo, de nuevo, y ya no pude ver nada más que negro...

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Recobre la conciencia no sé cuánto tiempo después, pero estaba sobre una superficie blanda, una cama. Abrí los ojos despacio, parpadeando mucho para evitar que la luz me dañase la vista.

Me incorporé despacio, sobre los codos, y miré al rededor.

Una habitación blanca, austera, a penas decorada, parecía estar sola hasta qué...

Jujutsu Kaisen X Lectora One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora