Los nervios la empezaban a invadir, mientras se muerde el dedo índice, sentada en uno de los lujosos sofás de Ningguang con una pierna cruzada sobre la otra.
Aether le ha prometido (a peticion de Beidou), sexo en su ciclo de calor en una de las oficinas de Ningguang para su cumpleaños, pero no aparece por ninguna parte. Y según ella, él no ha abandonado la nacion todavia.
No es que Aether le deba sexo, aunque sea su amante. Y el cumpleaños de Beidou tampoco es una excepción.
Pero que él no se presente, es cuanto menos, preocupante.
Entonces ¿Dónde carajo está?
Pasa un momento y Beidou jura que escucha un crujido proveniente de algún lugar de la habitación. Le echa la culpa a sus nervios, pero finalmente decide investigar. Y por supuesto... se había olvidado por completo de que la oficina tenía un baño adjunto.
Curiosamente se apoya contra la puerta. Se oye una respiración agitada del otro lado. Mueve el pomo de la puerta. "Aether, ¿estás ahí?"
Silencio. Silencio absoluto. Poco después, Aether abre la puerta. Pero no hay nada más que vergüenza y vergüenza en su rostro. Y se ve... diferente.
Un pequeño sonrojo decora sus mejillas, fundiendose perfectamente con el resto de su piel. Sin mencionar lo descuidado y sudoroso que aparece ahora Aether, con la ropa arrugada y el cabello algo desordenado.
Aether traga saliva. "Beidou, perdóname, no estoy muy seguro de esto"
"¿Qué quieres decir?" Pregunta Beidou, acercándose a Aether con indiferencia. Se lleva una mano a la cara y pasa el pulgar por encima de su afilado rostro. Una sonrisa se extiende por su rostro. "Al menos podrías avisarme que ya estarias aquí."
"Sí, pero yo-" tartamudea, muy diferente a él. "Yo... He tenido bastante tiempo para controlarme, pero parece que no podría detenerme si lo hacemos"
"¿Controlarte...?" Beidou pregunta, despertando la curiosidad. "¿Como... aparearse? Aether, hemos estado juntos por mucho tiempo tontito"
El rostro de Aether está más tranquilo ahora gracias al toque de Beidou, pero su respiración todavía es un poco inestable. "Sí... tal vez no sea un inconveniente... disculpame por eso".
Un breve silencio persiste entre ellos. Y luego Beidou estalla en una carcajada. Ahora acuna el rostro de Aether con ambas manos. "¿Qué quieres decir con 'inconveniente'? Mira, estaremos seguros aquí. Somos amantes, ¿no?"
"Sí, pero-."
"Es mi regalo de cumpleaños ¿recuerdas?".
"Pero si te lastimo-"
"Estaré bien."
"Beidou." Aether suspira y aparta sus manos. "No somos de la misma especie. Es posible que tu cuerpo no pueda soportarme como antes en este estado".
"Oh vamos". Beidou sonríe. "Soy uh, más fuerte de lo que parezco, ya sabes."
Aether mira a un lado. "¿Estás segura de que te gustaría intentarlo en un lugar tan arriesgado? No puedo prometer que podré contenerme".
"Como dije, soy más fuerte de lo que parezco".
"Beidou." Aether parece entristecido. Sostiene la cintura fertil de Beidou y la acerca. "¿Está segura?"
Beidou acorta el último tramo de distancia, juntando sus caderas. Empujandose contra el notorio bulto de Aether. "¿Es esta una respuesta suficientemente buena? ¿La idea de que intentes criarme, mi Sol? Eso es jodidamente... Arcontes, eso es tan sexy..."