Cutty Flam [Franky] ~{ONE SHOTS}~

Corazón

Tw: Diferencia de edad. (Franky 16, T/N 21)

La vecina es una buena mujer. Ella vive justo al lado del puente, muy cerca del taller de Tom, donde siempre se formaba una garata con los chicos que había adoptado. Y aunque Tom no le dejaba sus muchachos a nadie que no fuera Kokoro, a veces le pedían a la dulce vecina que les hechara un ojo.

Cuando Kokoro y Tom salían llegaba la dulce vecina. Siempre con una sonrisa amorosa y comida. A Iceburg y Cutty Flam les encantaba que ella llegara. Al de cabellos índigos le gustaba que ella, una ex-pirata, le enseñara cosas y hablara de sus aventuras. Y a Cutty Flam le gustaban sus beneficios por ser "tan chulo".

Solía reposar en el pecho o muslos de la mujer. Le gustaba que le acariciara el pelo mientras hablaban de cualquier cosa, incluso si se quejaba de Iceburg. Aunque, eras tan dulce, que siempre le buscabas la manera de que resuelva sus asuntos con su hermano, como decías tú.

También terminaba metido en tu casa, disfrutando de la comida y la atención de una mujer dulce y soltera. Pero lo que más disfrutaba era su figura.

-Eres muy pequeño para mí- Reías, burlándote de otra de sus proposiciones absurdas de que escaparan juntos. Vaya que el joven era un intenso. Ni siquiera parecía importarle la diferencia de cinco años que tenían. Iba a por todas por ella, flores, chocolates, cartas, todo. Todo lo hacía por ella.

-Oh, vamos, T/N, ya te pasé-.

-Aún sigues creciendo- Recalcas, cocinando una de tus famosas sopas. Había estado lloviendo mucho, y el frío invernal estaba asomándose.

-¿Y eso qué?-

-Aún tienes tiempo a enamorarte- Le guiñas el ojo.
-Tiene que haber alguna chica bonita por aquí-.

-Pero la más bonita eres tú- Se recostó de la encimera, mirándote con una sonrisa galana. Le empujas juguetona, enfocándote de regreso en la sopa. Te halagaba, pero realmente lo veías bastante joven para tí.
-¡Vamos! Dame una oportunidad-.

-¿Una oportunidad de qué?

-No te hagas la tonta

-¿Tienes en mente que literalmente soy tu niñera?

-Eso solo lo hace sexy- Abres tus labios en ofensa risueña y le pegas con el cucharón.
-¡Ay! ¡Es que es verdad!-

-¡Flam!- Le regañas.

Siempre terminaba volviendo a tu casa, llorando, enojado, o con algún regalo, pero siempre regresaba a tí. Y al parecer, Tom era parte de sus muy levantadas ilusiones.

-Venga niño, mira, toma estos berries y cómprale los chocolates que le gustan- Le susurraba, riéndo junto a Kokoro.

-¿Seguro?-

-Claro que sí, tarde o temprano cae, vas a ver-.

Agradecía haberte llevado esos chocolates ese día.

Vestías un vestido corto pegado, de esos para limpiar en la casa, con escote redondo y bastante bajo. Además, resguardabas tu cabello en una bandana negra y traías pantallas argollas de plata. Te veías absolutamente hermosa.

-Ay corazón...- Miras con pena dulce los chocolates, sintiendo tu corazón calentarse erróneamente.
-Eres tan chulo...- Una mano pasa por su mejilla con mucho amor incluido.

-¿Puedo pasar?-

-Vale, vale- Ríes, abriéndole la puerta para darle bienvenida a tu casa.

Hoy no estabas cocinando, de hecho, estabas sentada escuchando la radio y tejiendo. Sabía bien que habías sido pirata y hace poco te habías mudado a Water 7, pero no entendía porqué cambiar las aventuras por estar cocinando a diario y vivir en tanto silencio.