Capitulo 5.

1.9K 277 102
                                    

Goku caminaba pensativo por las calles camino a su hogar, por fin terminó de ayudar a la maestra. Además acompañó hasta cierto punto a Kotonoha por lo que charlaron bastante conociéndose un poco más.

El azabache posó sus brazos detrás de su nuca mirando el atardecer y como lentamente se hacía de noche, las luces de las calles comenzaban a prenderse.

Estaba por llegar a su hogar cuando notó un elegante auto negro marca Mercedes estacionarse en frente de la casa de su nueva vecina.

Como si fuera invocada aquella hermosa mujer azabache bajó del vehículo con un traje negro pegado al cuerpo pero sin ser adulterado o muy detallado pero dejando ver su gran figura.

Al parecer no lo notó cuando la misma comenzó a forcejear con su garaje intentando abrirlo pero parecía inútil.

-Maldita chatarra, esto no pasaba en mi departamento... -murmuraba con resignación pensando seriamente dejar su auto afuera aunque no fuera una idea muy viable.

-¿Tienes problemas con su puerta Fubuki-san? -con tranquilidad casi inherente a él Goku preguntó con una sonrisa mientras se acercaba a la mujer que se exaltó levemente al ver al muchacho pero rápidamente esbozó una amigable sonrisa, algo de mero compromiso.

-El aparato para abrir la puerta no funciona, no puedo dejar mi auto afuera -explicó suspirando irritada.

-Ya veo, ¿no tiene un botón adentro quizás? -preguntó curioso y como si fuera obvio dejando confusa a la mujer que comenzó a pensar.

-Dejame ver, ¿puedes cuidar...?

-Puede dejarlo a mi cargo Fubuki-san -fue la rápida respuesta de Goku sonriente aliviando a la mujer.

La misma ingresó a su hogar y caminó hasta el garaje notando como en una esquina habían dos botones, uno verde y otro rojo.

Se golpeó el rostro por su estupidez y presionó el verde notando como la puerta comenzaba a abrise con un sonido rechinante.

-Al parecer sí que lo habia jeje -Goku reía divertido.

-Te lo agradezco Goku-kun -la mujer adulta habló riendo nerviosa.

-No hice nada en realidad, pero bueno, nos vemos Fubuki-san -el chico comenzó a despedirse.

-Goku-kun -llamó rápidamente consiguiendo su atención- Mañana es fin de semana, ¿no es así? ¿estarás libre? -preguntó con una pequeña sonrisa causando interés en el Son que levantó una ceja.

.

Goku entró en su hogar dejando sus zapatos en la entrada. Fue recibido entonces por su madre que le dio la bienvenida con un tierno abrazo.

-La cena estará pronto, ve a cambiarte hijo y dile a Sora que baje también -pidió Gine mientras prestaba atención nuevamente a la cocina.

-¿Papá llega tarde hoy? -preguntó con tranquilidad.

-Oh, sí. Al parecer tendrán que repetir turno por esta noche -explicó ante lo cual Goku suspiró por la mala suerte de su padre.

Su jefe algunas veces era un tirano que parecía ser sumamente frío con sus subordinados, agradecía que le faltara poco para pasar a retiro.

El azabache subió las escaleras hacia su cuarto donde comenzó a oír música.

Abrió la puerta y no le soprendio mucho con lo que se topó.

-Sora... ¿por qué estás acostada en mi cama? -preguntó con un tic en su ceja mientras comenzaba a sacarse el saco.

Sora yacía acurrucada en la cama de Goku, cubierta de frazadas, su rostro rápidamente se tornó rojo al ver al chico allí.

Goku Humano: Extraordinariamente ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora