Somos un equipo

471 43 29
                                    


Pov Aiden

Al llegar al puente colgante mi miedo a las alturas se hizo presente, traté de disimular un poco fingiendo que era el frío de la montaña nevada lo que me hacía tiritar.

Tom: Aquí, toma -el pelinegro me extendió un traje para nieve- parece que dejaron trajes para cada equipo al inicio del puente.

Aiden: Que bueno -dije entre dientes, ahora ya no podría seguir fingiendo- listo, ahora sólo debemos pensar cómo llegar al otro lado.

Tom: Ahm, pues -señaló con obviedad el puente de cuerda y madera que se tambaleaba con el gélido viento.

Aiden: ¡Ah, sí, por supuesto el puente! -reí nerviosamente.

Tom me observó unos instantes antes de mirarme comprensivo. Miró a su alrededor, como si buscara algo.

Aiden: No me digas que se te perdió la llave -si era eso este día empeoraba conforme pasaba.

Tom: Nop -agarró algo del suelo- necesitaba esto -me mostró un pedazo de cuerda que ató en nuestras muñecas (evitando mi derecha que estaba ligeramente inflamada) a manera de esposas.

Aiden: ¿Así que estoy bajo arresto oficial? -bromeé un poco tratando de disipar mis miedos- ¿cuáles son los cargos de los que se me acusa?

El policía echó a reírse, tapando un poco su boca para después revolver mi cabello.

Aiden: (la imagen de él riéndose es una que conservaré en mi mente) -pensé y al darme cuenta de ello un pequeño sonrojo inundó mis mejillas- qué...-dije para mí mismo pero Tom pensó que hablaba con él.

Tom: No se le acusa de nada, joven -suspiró, guardando la compostura- ¿le tienes miedo a las alturas? -asentí avergonzado- pues con esta atadura permaneceremos juntos todo el cruce, creo que así podré compartir tu temor y ayudarte.

Aiden: Lo siento...-mencioné mientras cruzábamos con cuidado el puente- James me había ayudado a superar este miedo pero después de lo que escribió en esa carta yo...siento que no puedo hacer nada sin él y que soy el mismo miedoso de antes.

Cuando Tom iba a hablar un fuerte remezón nos hizo sujetarnos del barandal del puente.

Aiden: ¡No, no puedo hacer esto! -mis piernas temblaron y caí arrodillado en las tablas del puente- ¡No puedo, no puedo sin él yo no...!

Tom: ¡Aiden, ya basta, mírame! -se arrodilló y tomó mi mentón conectando nuestras miradas- escúchame, sé cuánto duele terminar con alguien que tú amaste muchísimo, ¡mierda lo sé muy bien! -bajó su mirada un momento antes de seguir- pero lo superarás, porque con o sin James tú sigues siendo Aiden, ese chico introvertido que se esfuerza por vivir cada día pese a los obstáculos. Sólo tú eres capaz de superar tus debilidades.

Lo miré, sorprendido por aquellas palabras que llegaron de manera instantánea a mi corazón.

Aiden: Yo...-comencé a llorar- no sé si ahora pueda superar esto solo.

Tom: No estás solo, Aiden -me ayudó a ponerme de pie y entrelazó nuestras manos- yo estoy contigo -sonrió con calidez.

Afiancé nuestro agarré y limpiándome mis lágrimas seguimos cruzando el puente hasta llegar al otro lado, donde el cofre con el mapa nos esperaba.

Tom: Según este mapa -para entonces ya deshizo el nudo en nuestras muñecas- seguimos un par de metros adelante y luego a mano derecha está la cueva.

Asentí y comenzamos a escalar, la cuesta cada vez más empinada hacía que nuestros pies pese a las botas lograran enterrarse con facilidad.

Me gustas tal cual eresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora