No dejas de aparecer en cada rincón de la escuela, cuando trato de evitarte sigues ahí, te veo hasta en las ecuaciones de matemática y lo peor de todo es que aún no se tu nombre, me parece muy tonto ya que solo eres un grado mayor que yo y todos te conocen, pero mi circulo social es casi inexistente y no tengo motivos para acercarme a ti, supongo que por el momento serás "el chico de cabello castaño" para mí.
Otra mañana en la que me veo obligado a despertar sin escuchar la voz de alguien diciéndome "despiértate o llegarás tarde a la escuela", es casi como si viviera completamente solo en mi casa, para mi padre solo existe el trabajo y su estúpida compañía, cuando esta aquí se encierra en su oficina y no le gusta que nadie lo interrumpa, pareciera que mi presencia le molesta ya que cada que me mira, sus ojos demuestran una gran decepción y no entiendo que error cometí, a los 3 años mi madre se fue, no se a donde ni porque, si seguirá viva o si tendrá otra familia, solo sé que desde ese momento mi padre nunca más se comportó como un padre de nuevo. Después de asearme y vestirme baje a desayunar, tomé mis cosas y salí sin despedirme de nadie otra vez, como sea, la servidumbre limpia todo y mi única responsabilidad es estudiar, el chofer no estaba para mi mala suerte y me tocaba ir en bus, algo muy raro que casi nunca hago pero era eso o faltar al examen de algebra, cuando llegó al bus y era hora de pasar mi tarjeta para pagar mi pasaje me di cuenta que no tenía saldo, no podía bajar ya que el próximo bus pasaba en media hora y ya iba algo tarde, estaba a punto de resignarme cuando una voz detrás de mi dijo algo que me sorprendió.
— Pasaje para dos personas, una es para él.
Derrepente una mano salio y paso su tarjeta, ambos nos movimos a dentro del bus y cuando volteé a ver a esa persona para agradecerle, me quede congelado al reconocerlo, era él, el chico de cabello castaño, miles de preguntas comenzaron a rondar en mi cabeza, ¿por qué habpia pagado mi pasaje? ¿debería pagarle ahora? ¿que rayos hace aquí?, todo eso mientras lo observaba, él se dio cuenta y al mirarme me sonrió y con su voz profunda pero en un tono gentil atinó a decirme.
— De nada.
Sentí como mis manos comenzaban a sudar al escuchar su voz, jamás pensé que me hablaría, ¿será que seguiré dormido?, me senté en un asiento vació sin decir ni una palabra o gesto y solo me limite a mirar a la ventana, ignorando su amabilidad, él hizo lo mismo conmigo y el resto del viaje se sentía una pequeña tención entre los dos ya que el estaba parado a mi lado agarrado de la baranda del bus, después de un rato bajamos en la misma estación que quedaba al frente de la escuela, no quería que pensara que yo había sido grosero, así que cuando quise decir algo el solo camino directo a su grupo de amigos que ya lo estaban esperando, solo suspire y camine también.
Ya todos en clase, el profesor entró y nos entregó la hoja de examen, nos dio tiempo de 1 hora y cuando indico que ya podíamos iniciar, todas las preguntas parecían estar en chino, había estudiado una semana entera y cada que leía las preguntas no me concentraba en lo absoluto, solo podía pensar en lo de la mañana, en cada gesto que hizo hacia mí, lo analizaba en mi mente una y otra vez, y sin darme cuenta ya había acabado el tiempo, nos obligaron a entregar las hojas, le día al profesor mi examen sabiendo que solo mi nombre y la fecha estaban bien para al llegar a mi asiento recostarme y ignorar a todos pensando en que estaba pasando conmigo.
En la hora de receso, estaba caminando mientras tomaba mi yogurt de plátano y escuchaba mi canción favorita pasaba por el patio donde estaban todos los chicos jugando basquetbol, estaba tan perdido en mis pensamientos sobre lo que había ocurrido durante estas primeras horas de la mañana, el bus, el examen y ese maldito chico que no me dejaba tranquilo mentalmente, no sabía como acercarme sin saber por que me causaba nervios de tan solo mirarlo, fue entonces cuando me sorprendió el golpe del balón el cuál me tumbo al piso eh hizo que mi bebida se derramara en el abrigo de mi uniforme, no sabía por que lado había venido y el dolor de cabeza no me permitía reaccionar bien, escuchaba como todos estaban culpándose entre sí cuando alguien extendió su mano y me habló con una voz muy familiar.
— Lo lamento mucho, déjame ayudarte
Al visualizar bien a la persona me di cuenta que era ese mismo chico que me pagó el bus, todo el dolor había sido remplazado por un nerviosismo inexplicable y trate de levantarme lo más rápido que pude.
—E- estoy bien, gracias
— No te ves bien, déjame llevarte a enfermería
— De verdad no te preocupes solo fue un gol-
No me dejo terminar ya que me tomo del brazo y me llevó hasta la enfermería casi obligado, me di cuenta como todos se nos quedaron viendo pero a él parecia no importarle, al llegar, la enfermera me dio unas pastillas para el dolor y me coloco una crema para la hinchazon que me dejo en la cabeza.
— Supongo que con esto será suficiente, pero si quieres descansa en la camilla hasta que te sientas mejor
— Gracias maestra -dije
— No hay de que -se dirigió hacia la puerta para irse
Vi como ella se retiraba y yo me quedaba solo con aquél chico de cabello castaño que extrañamente hoy no dejo de evitar por todos lados y pasar momentos un tanto vergonzosos, ¿será acaso una broma de mal gusto del universo?
— Oye.. lamento lo del pelotazo, no era mi intención
— No te preocupes, solo fue un accidente -dije mientras traté de evitar mirarlo a los ojos por nerviosismo
— Tú eres el chico del bus verdad?
— Ah, eso -dije en un tono de vergüenza al recordar lo poco cortes que fui en la mañana- sí lo soy, lamento no haberte agradecido en la mañana
— Pensé que estabas enojado por haber pagado tu pasaje
— Nada de eso, estaba en apuros y tú me ayudaste, así como ahora
— Es que ahora si fue mi culpa
Ambos reímos y sin querer hicimos contacto visual, el cual extrañamente se sentía agradable, opuesto a lo que yo pensé que pasaría, derrepente el sonido del timbre indicaba que había acabado el recreo y yo quería seguir acostado, talvez dormir un poco, él pareció darse cuenta y me miro con una sonrisa leve en su rostro.
— Ya me voy
— Esta bien, hasta luego... -quería decir su nombre pero en todo este tiempo me olvide de preguntarle
— Kim Taehyung, me llamó Kim Taehyung
Después de decir eso salió de la sala y me recosté lentamente en la camilla con un sentimiento de alegría al haber logrado saber como se llamaba ese chico que sin darme cuenta, ya no dejaba de pensarlo.
Bueno, espero les gusté esta nueva historia, estoy volviendo a retomar todo esto de las historias después de años, así que espero les guste y recuerden darle amor ♡
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☾☼ En otra vida ☾☼ // Vkook
FanfictionEn su destino estaba encontrarse, sentían una conexión que a ambos les causaba curiosidad y a la vez emoción, pero ¿que pasaría si sus caminos se separaran en un abrir y cerrar de ojos?, solo el amor de ambos sería la prueba de que cuando la vida lo...