Flores 💐

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El cumpleaños de mi esposa había llegado y con ello, mis ganas de comprarle un asombroso regalo.

El trayecto al banco no estaba tan retirado de mi casa, asi que calculé que duraría una media hora en llegar al banco, retirar dinero y comprarle ese enorme ramo de rosas que ella anhelaba tener. Saliendo del banco, feliz y viendo para todos lados, me di cuenta que para mí suerte, una florería quedaba justo al frente, así que me prepare para cruzar la avenida mientras guardaba el dinero que acababa de sacar de un cajero en mi billetera.

Me di cuenta que la calle estaba un poco solitaria y era el momento perfecto para cruzar, puesto a que también mi auto lo había dejado al otro lado.

Justo cuando cruze, varias personas también cruzaban al mismo tiempo. Pero choque con un tipo. Mire todo tan lento. El sujeto era un poco alto, vestía de negro y llevaba puesta una gorra del mismo color. Sentí cuando paso su mano por mi espalda atrayendome a él y con su otra mano, que antes tenía guardada en su abrigo negro, sentí cuando algo demasiado caliente me atravesaba el pecho.

Mire al sujeto a los ojos atentamente, el solo suspiro y me miró también. Jamás en mi vida había visto unos ojos tan verdes como los de él y en ese momento el aire comenzó a faltarme. Baje mi vista y su mano estaba sobre mi pecho, dónde sostenía el empuñado del alargado cuchillo que atravesaba mi piel.

Trague fuerte, volviendo mis ojos a los suyos tratando de preguntarle el ¿Porque? Y ¿Por qué hoy? Si hoy es el cumpleaños de mi bella esposa, la madre de mis dos pequeños hijos.

El sujeto me empujó fuerte, haciéndome caer al suelo. Él rápido busco entre mi ropa y cuando tomo lo que necesitaba, se echó a correr lejos de lo que había provocado.

La gente a mi alrededor gritaba, mientras otras se llevaban y cubrían a sus hijos y otros, intentaban darme auxilio.

En un abrir y cerrar de ojos, ya había demasiada gente a mi alrededor y muy a lo lejos, podía escuchar las sirenas de unos cuantos autos de policías que se acercaban a la escena a toda velocidad.

Abrí mis ojos con pesar, la herida se sentía sumamente caliente y miraba mi sangre brotar con exageración. Mi rostro tocaba el caliente pavimento de la calle mientras lo sentía húmedo por toda la sangre que comenzaba a esparcirse por debajo de mi cuerpo.

El clima hoy era frío, pero mi cuerpo se encontraba debajo del brillante sol que trataba de mantenerme caliente. Pero aun así, un frío bastante abrumador comenzaba a subir por entre los dedos de mis pies. Sentí pesar al querer moverme, sentía que esto era el fin y mi angustia más grande, es que no había comprado el ramo para mí esposa.

Formule una mueca al sentir como la herida comenzaba a pulsar, lo caliente comenzaba a desaparecer. Miraba a la gente volviéndose loca mientras los policías trataban de detener que se acercarán a mi.

Miraba todo tan distorsionado mientras la imagen de mi familia venía a mi cabeza. Conocí a mi esposa en un día como este, mientras caminaba de regreso a mi trabajo molesto por qué había olvidado las llaves de mi auto en la oficina. Choque con ella y derrame café sobre su blusa, ella obviamente se molestó y me tiro con el vaso ya vacío. Sonreí por su actuar y ella se marcho molesta pero la mire entrar en un restaurante que estaba al lado del edificio donde yo trabajaba. Después de unos días, fuimos mis compañeros y yo a almorzar a ese lugar y fue ahí donde volví a verla.

Con el paso de los meses, se convirtió en mi novia y después de un par de años en mi esposa. Ahora es la madre de mis dos hijos y siempre me hizo un hombre muy feliz.

Volví a abrir mis ojos y me queje un poco por qué el frío doloroso que sentía, ahora estaba por sobre mi cadera. Trague saliva y eso dolió bastante, pensé que iba a ahogarme.

Me di cuenta que mi respiración estaba más agitada de lo normal y el sueño comenzaba a llegar a mi de una manera tan repentina y asombrosa, que me gustaría estar en mi casa acostado y poder descansar tranquilamente.

Miraba siluetas de personas corriendo por aquí y por allá, pero ninguna distinguía con claridad. La herida ya había dejado de doler, pero mi cuerpo completo me dolía más y es por ese frío espantoso que ahora se había adueñado de todo mi cuerpo completo. Comenzé a temblar, no supe en qué momento pero moría de frío.

Al ver un punto fijo, tras unas listas amarillas pude localizar y distinguir a una persona. Una persona que lloraba y peleaba contra algunos policías mientras les gritaba quien sabe que.

Intenté moverme al darme cuenta que esa persona era mi esposa, mi madre se encontraba atrás abrazando a mis dos hijos mientras lloraban ellos también. Mi corazón se partía en dos y tras intentar moverme, fue imposible por qué mi cuerpo había dejado de responderme. Maldije por mis adentros y cuando intente hablar también, no pude mencionar ni una sola palabra.

La desesperación era horrible y mi respiración era cada vez más pesada, mis ojos dolían al estar cerrados y la herida nuevamente comenzó a pulsar.

Mis ojos estaban cubiertos en lágrimas pero ni siquiera pude hacer el intento de llorar, no pude estallar en llanto de desesperación y pude diferenciar, entre la humedad de mi sangre y de la lágrima que se deslizaba por mi mejilla hasta llegar a mis oídos.

Ella quería llegar hasta mi, pero no la dejaban pasar y maldije nuevamente. ¿Por qué no la dejaban? Si sería la última vez que la tuviera entre mis brazos.

Nuevamente observe todo, mi esposa, mis hijos, mi madre. Sería la última vez que los viera por qué lamentablemente sabía que no habría un mañana para mí. Que manera de arrebatarme la vida, que manera de dejar solos a mis hijos y a mi familia. Todo por algo tan simple como el dinero.

Mis ojos comenzaban a picar, debía cerrarlos pero me daba miedo no volver a abrirlos y verlos a ellos ahí, acostados sobre su cama como está mañana cuando fui a despertarlos por el cumpleaños de su madre. Tenía miedo de dejar de estar junto a ellos, tenía miedo de si hoy cerraba los ojos, ¿Cómo volvería a verlos? Mis hijos lo serían todo para mí siempre, en mi vida... Y después de mi muerte.

El Transcurso De La Agonía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora