Red Silence - ScarletWidow

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Wanda's pov.

Termine mi comida y me senté en el suelo a que hiciera su efecto, no se cuanto tiempo llevo aquí, perdí la noción del tiempo, pero no debe ser más de una semana o algo así, ya ni siquiera tengo fuerzas de pensar en algo tan complejo, solo he ingerido esta masa espesa con la que me drogan, mi cuerpo comienza a pedir nutrientes.

Sin mencionar que probablemente saquen mi sangre y demás cuando estoy dormida.

No he hablado con nadie en estos días, sólo soy una prisionera más a quien mandan a traer, pero siendo sincera lo prefiero así, podría no hablar más por el resto de mi vida, no tengo problemas.

La puerta se abrió, los guardias salieron para cambiar su turno y segundos después entró María apresurada.

—bien, es hora— murmuró.

—¿disculpa?

—te dije que te iba a sacar de aquí, nunca te pregunté nada— respondió, hizo algunas maniobras y abrió la puerta, en realidad no me importa lo que hizo.

Enarque mis cejas pero me quedé en el suelo.

—ya te dije que no voy a moverme de aquí— murmuré arrastrando las palabras.

—prometo que voy a a explicarte todo, pero de verdad necesito que vengas conmigo.

—pues acabo de comer— respondí señalando mi bandeja vacía.

—¿y?

—siempre suelo... tomar una siesta luego de comer.

—no estoy para estupideces ahora, levántate y camina, es un asunto de vida o muerte, tú vida ¿no te importa?

Negué.

—no lo creo, ya deje de preocuparme por cosas banales.

—pues no voy a irme sin ti— dijo apuntando su dedo hacia mi— te arrastraré entonces.

Entro a la celda y tomo mi brazo, rodé mis ojos y me levanté con dificultad.

Dimos algunos pasos hacia la puerta y al caminar un poco por el pasillo llegó el efecto que había esperado minutos atrás, caí al suelo y todo se volvió negro.

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Desperté en una habitación en la que jamás había estado, parpadeé un par de veces y tomé mi cabeza para adaptarme un poco más a mi ambiente, me levante con rapidez, mis piernas seguían débiles y caí al suelo, es un efecto secundario que siento cada vez que despierto luego de comer, pero no había intentado levantarme tan rápido luego de despertar.

—oye, oye ¿estás bien?— preguntó Clint ayudándome a levantar, tomo mi brazo y me ayudo a sentarme de nuevo en la cama.

Lo mire y entrecerré mis ojos intentando distinguir si es una alucinación o la realidad, tengo que tener todas las cartas sobre la mesa, hay "tratamientos" que suben la cantidad de efectos secundarios mientras más se toman, yo se de esto.

—¿donde estoy?— pregunté.

—es mi casa.

Creo que comienzo a comprender que todo esto es real, mire hacia todas partes pero mi atención se detuvo hacia esa molesta tortura en mi cuello, es incómodo, pase mis dedos por el y solté un suspiro.

—¿como te sientes?— preguntó, encogí un hombro sin darle importancia a su pregunta— creo que necesitas comida de verdad... ¿quieres conocer a mi esposa?

Lo mire.

—¿vas a entregarme a algún loco avaricioso?

—claro que no— dijo de inmediato.