CAPÍTULO 17 ¿Privacidad?

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—Tay— él se puso a reír.

—Estoy hablando realmente en serio, Kelce—

—Oh, llamándome por mi apellido, ok, esto es serio, ya veo—

Ella se cruzó de brazos.

—Taylor— dijo riendo. —Este par no se ve con ganas de dormir pronto—

—Ya lo sé— se llevó las manos a la cara. —Necesito controlarme o un baño con agua fría, tal vez lo segundo me ayude más, ¿Cómo es que estás tan tranquilo?, yo no estoy aguantando—

—Créeme que estoy dando todo de mí para guardar la compostura, señorita Taylor Kelce, es un trabajo enorme tratar de controlar lo que sucede dentro de mis pantalones, no es fácil—

—Es verdad, tienes razón, lo siento—

—Nena, yo me siento con las mismas ganas que tú, o puede que peor, pero no podemos hacer nada con tanta gente aquí y, sobre todo, los bebés—

—Lo sé— suspiró. —Esto se me está saliendo de las manos— se levantó de la cama.

Charles vio que su madre se puso de pie y al instante dejó de ver la televisión, mirando atento si su mamá se iba.

—Claramente, debemos pensar en algo, en cómo solucionar esto— Travis dijo.

—Yo creo que me voy a mojar la cara, aunque sea— la rubia se fue al baño.

Su hijo al ver que su mamá se iba gateó en la cama casi llegando a la orilla.

—Hey, pequeño hombrecito, ¿A dónde crees que vas? — lo atrapó.

Él ya estaba poniendo una cara de que iba a llorar.

—Tranquilo, Charlie, mamá solo fue al baño—


Taylor entró al baño, pensando ¿Cómo podía ser que se estaba dejando llevar de este modo por sus hormonas?, seguramente debía estar en sus fechas más fértiles, porque de otro modo, no se explicaba porque estaba a punto de perder el control, ella y Travis siempre han tenido una química sexual bastante buena, pero no podían gozar de ello con tanta frecuencia ahora que eran padres, no es que le molestara mucho eso, pero justamente, ahora que estaban en la tranquilidad de su casa en Kansas, las ganas no le habían parado, abrió la llave del lavabo para echarse agua en la cara, se sentía como una adolescente y debía tratar de manejarlo de la manera más adulta posible, porque eso no iba a vencerla o al menos lo intentaría.


Luego de eso, Swift salió del baño, para encontrarse a su hijo llorando de nuevo.

—¿Qué está pasando Charlie? — se acercó a Travis para tomar a su bebé en brazos.

—Creo que estamos teniendo algo llamado, apego ansioso—

—Creo que solamente han sido demasiados cambios en pocos días, pasó de viajar con nosotros y mi familia a llegar aquí con un montón de personas que lo adoran pero que él no ubica—

—Tienes razón— se rascó la cabeza. —Supongo—

—Por cierto, Selena vendrá mañana, espero que eso esté bien—

—Claro, sabes que no tengo problema— él apagó la televisión. —Es momento de dormir chicos— acomodó a Evie en la cama.

Taylor colocó a Charles junto a su hermana.

—Buenas noches, bebés— Travis besó la frente de sus hijos.

—¿Cómo puedo pasar de la calentura a derretirme de ternura contigo? — dijo seria mientras veía como arropaba sus hijos.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora