Todos los días llegaba y me quedaba a acompañarte en tu habitación. Así podíamos charlar sin tener el ruido de la sala de quimioterapias.
Tenía mucho miedo de perderte, de no ser capaz de coleccionar nuestros momentos.
¿Qué iba a hacer sin ti, Lili? Eras mi farol en medio de una noche oscura, abandonada y desolada. Eras ese algo que me hacía querer despertarme los fines de semana por las mañanas para alcanzar el desayuno del hospital y comer a tu lado.
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El príncipe que no tuvo su final feliz © ✔️ (M #0)
Short StoryLos cuentos de hadas siempre tienen un final feliz. El príncipe encuentra a su princesa y la lleva en su corcel blanco a ver el amanecer por el resto de sus vidas. Pero ¿cuánto dura una vida? ¿Cien años o un día? No tuvo que luchar con dragones ni e...