Recuerdos como grafito y corazón como papel

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Eran las once de la noche, ya había bebido unos cuantos tragos y aún tenía un poco de vodka en mi vaso. Vine a beber solo, me sentía mal, cuestionaba cosas de mi vida, y tenía la mente en blanco como para estudiar o hacer algo el día de hoy.

Este bar tenía bandas de rock que tocaban cada viernes por la noche. El ambiente tenía un jodido aroma a cigarrillo, había nueve mesas de billar al otro lado y luces de neón de distintos colores, aunque resaltaba un poco más el color rojo. Las paredes estaban pintadas de negro y ya no recuerdo cómo era el suelo.

Traía conmigo una libreta, aquí suelo plasmar las ideas que me vienen. Pensaba levantarme ya y largarme a mi maldita casa, pero en ese momento la banda de rock latino que estaba tocando comenzó a interpretar la canción "La Flaca" de Jarabe de Palo. Decidí pedir una botella de fernet. Ya estaba un poco ebrio, me puse a corear la letra mientras venían a mi recuerdo pensamientos sobre esa flaca, por la cual daría lo que fuera.

Escribí algunas frases sin sentido sobre ella, sobre lo que me vino a la cabeza en ese momento. Generalmente guardo las ideas del momento y es después cuando les doy forma. Generalmente, cuando estoy mucho más ebrio. Pero hoy es un día malo, un día en que el cielo me acompaña y llora para hacerme compañía.

Ella se llamaba Noely. Durante un año nos conocimos. Recuerdo exactamente cuando la veía caminar por los pasillos de la universidad sin siquiera saber quién era. Debo ser sincero y decir que ella no entraba en el estándar de chicas con las que estaba acostumbrado a querer algo, ya sea una relación sentimental o solamente sexo. Razón por la cual, cuando me la presentaron, ni siquiera le presté atención. Pero fue ella quien se acercó a pedirme el número. Recuerdo todo eso como si no hubieran pasado dos años. Exactamente hoy, 10 de octubre de 2024.

Al principio hablamos durante un par de horas, vimos que teníamos pensamientos similares. Me caía bien, veía mucho de mí reflejado en ella, pero no se me cruzó verla de otra forma que no fuera como una amiga o tal vez una candidata a una futura mejor amiga. Basta decir que pasamos mucho tiempo hablando, ya que nos íbamos conociendo cada vez más. En las reuniones de amigos, era buena en los juegos de mesa, sabía dibujar, diseñar, tenía un buen sentido del humor.

Así fue por mucho tiempo. Compartimos algunas materias, íbamos a comer, hablábamos a diario. No había día que me faltaran mensajes muy largos y conversaciones de horas. Un par de veces hicimos llamadas para ver películas en línea. A ella le gustaba el anime, y era un mundo totalmente desconocido para mí. Me divertía tanto con ella.

No soy una persona a quien le guste mucho el contacto físico, y más si te acaba de conocer. Pero con ella y la confianza que habíamos tomado, se sentía diferente. Había noches que soñaba con ella. Siempre despertaba y lo primero que hacía era contestarle los mensajes o enviarle uno yo para desearle los buenos días. Pasamos mucho tiempo juntos fuera del grupo de amigos incluso. Teníamos una tradición: todos los días que almorzábamos juntos comprábamos un raspadillo y nos recostábamos en el césped de las canchas deportivas de la universidad, hablábamos por horas sobre cómo fue nuestra infancia, nos contábamos de todo.

A veces nos quedábamos dormidos abrazados o inconscientemente, mientras dormíamos, nuestros dedos se entrelazaban. Al despertar, no comentábamos aquello. A ella le gustaba tomarme fotografías, documentaba todo en su celular. Tenía fotografías de lo que hacíamos, a dónde íbamos, incluso de nosotros sin hacer nada.

Muchas veces, al cruzar la calle, me tomaba de la mano. Cuando hacía frío o le daba sueño, se me acercaba y se recostaba sobre mi hombro. Puedo decir que fueron los mejores momentos que tuve en mi vida. Teníamos tanta conexión que hacíamos y pensábamos cosas muy parecidas, lo cual, a veces, comentábamos y nos parecía gracioso. Nuestros amigos se dieron cuenta de la conexión y también nos comentaban que nos veíamos muy unidos.

Pensamientos, recuerdos y otras mierdasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora