XXX┇Proposal

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__________ parpadeó un par de veces hasta que su rostro se había acostumbrado a la luz que entraba por la ventana. Aquella estaba abierta, y le causó un gran escalofrío a la joven, por el frío que entraba desde ella. Se removió en la cama con molestia.

-Estás helada... -Susurró una voz ronca a su lado.

Jerry le sostuvo los brazos para corroborar lo que decía y rápidamente se levantó a cerrar la ventana, que en medio de la tormenta se había abierto. Luego se recostó a su lado, y comenzó a acariciar sus brazos y a dejar pequeños y fugaces besos en ellos para que se calentara nuevamente. Sus labios calientes chocaron con la piel helada de la joven, y esta se retorcía complacida.

-La noche estuvo bastante fría.

-Yo diría caliente. -Bromeó el muchacho.

La chica lo miró molesta. -Arruinaste el momento.

Se lo sacó de encima y comenzó a vestirse. Jerry se ocultó en las sábanas riendo. Él había estado despierto desde hace rato, pero no podía dejar de mirarla en toda la mañana. Se sentía como un chiquillo enamorado.

-Iré a desayunar. -Anunció la chica mientras ataba sus zapatos. -¿Vienes?

-En un segundo.

-Bien. Te espero abajo.

Ella salió de la habitación y Jerry descubrió su cuerpo de la sábana. Sonrió. Había pasado la mejor noche de su vida junto a __________, y demasiadas cosas y momentos recorrían su mente como estrellas fugaces. Se sintió como si despertara de un día normal en su vida de casados.
Se paró de la cama y se colocó su ropa mientras recordaba cada memoria que tenía de la noche anterior.

__________ bajó a la cocina encontrándose con Marilla.

-Oh, querida. Buenos días.

-Buenos días, Marilla.

-Que madrugadora eres.

Ella rió nerviosa.

-Algo así.

-¿Quieres desayunar?

-Por supuesto. -Se sentó en la mesa y Marilla sirvió el desayuno para ella.

Anne aún no se levantaba, y tal vez lo prefería así, porque desde muy temprano comenzaría con sus preguntas, y ella no quiera soportar eso en ese momento. A los pocos minutos bajó Jerry y se sentó a su lado a desayunar. Estuvieron en paz durante el desayuno, y poco más de una hora después, él ya estaba acompañandola a su casa.

-Y entonces él hombre me golpeó. No recuerdo mucho entre ese momento y cuando el señor Cuthbert llegó con todos los hombres. Solo sé que Nate huyó con el dinero y dejó a su compañero. -Explicaba el moreno. -Pero desde un principio no me daba buena espina.

-Porque él había sido quien te golpeó en Charlottetown. -Ella pareció haber atado cabos, sorprendida.

-¡Exactamente!

-Wow, Jerry. No tenía idea. Fuiste muy valiente.

Jerry sintió sus mejillas arder mientras escondía una sonrisita que se escapaba de sus labios.

-No sé si valiente es la palabra... Pero me reconforta saber que al menos uno está en prisión. -La miró alzando una ceja. -Y bien, le toca a usted.

Habían estado hace minutos compartiendo anécdotas personales, hasta que fue turno de __________ decir algo.

-Te dije muchas cosas. Ahora mismo no recuerdo bien alguna otra... -Pensó unos segundos. -Tal vez... La primera vez que conocí el Mar. Era muy pequeña, casi de la edad de Minnie May. Mi padre me llevó al Mar, e intenté nadar en el. Obvio no sabía que tan profundo era, y sin ayuda ni nada me metí sola. La corriente me llevó adentro del agua y lejos de mi padre, pero afortunadamente un hombre me vio y logró sacarme de allí. Fue aterrador. Desde entonces le tengo pánico al Mar, y jamás he vuelto.

𝑴𝒚 𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒚 | 𝐉𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐘𝐍𝐀𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora