Muros

Cuando la energía del control, la energía camuflada de actividades cotidianas, aprobada por muros de ignorancia social, amordaza la conciencia, cuando la ceguera es tal, que lo evidente, no es visible para los que sirven a esta causa, cuando los horizontes, no se unifican a favor de la prudencia, no vale la pena insistir, no vale la pena esperar, despertarlos pudiera ser un desafío eterno y para aquel que sabe abrazar sus anhelos, no hay tiempo para una eternidad. El sueño profundo es dueño del destino para gran parte de la humanidad, dejarlos dormir puede ser el acto compasivo más veráz, continuar el propio destino, hacía el naufragio, talvez a traspasar los muros Antárticos con todo y su bélica autoridad, antes de pisar aterradores escenarios ó aún más, antes de ser gobernados por una inteligencia artificial.