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|CAPÍTULO 000|
México, Virreinato de Nueva España, Año 1763.
Una Mujer corría a toda prisa. Siquiera mirar atrás, en su pecho cargaba un Rebozo que colgaba de su hombro derecho, en el cuál se acumulaba un pequeño bulto.
Ella corrió con la cabeza gacha. Mirando hacia el suelo, con los ojos centrados en el pavimento que tenía delante. Su vestido voló detrás de ella rápidamente, mientras los pies de la mujer la empujaban hacia adelante.Huyendo del dolor y sobre todo; Huyendo de la culpa.
En ese momento, la mujer no quería más que correr lo más lejos que pudiera y olvidar todo lo sucedido. Pero sabía que cuando dejara de correr, todo volvería a ella. Ella corrió sin atreverse a mirar atrás. El viento le dio en la cara y le azotó las mejillas. Sus tacones negros se clavaron en el cemento del camino cuando pisó.
Corrió rápido, pero controlado. Su cabello, flotando detrás de ella. Con el viento soplando en todas direcciones, arruinando el ya desordenado peinado de la mujer, haciéndolo aún más desordenado. Sus zapatos resonaban por el pavimento con cada paso que daba, resonando suavemente por todo el vecindario.
Voy a Morir.
Fue uno de los pensamientos que tenia en su cabeza mientras corría con dificultad, ya que sus ropas eran largas y la tela era aún más pesada debido al Material de baja calidad que era.
Estaba desesperada. Sabía que lo que estaba haciendo era peligroso. Tenía mucho que perder... Pero no había tiempo que perder. Siguió pensando en esto mientras corría. Con cada paso, su corazón latía cada vez más rápido.
La vida de ella no le importaba demasiado, a fin de a cabo, no era como si tuviera una muy buena calidad de Vida, era una Esclava, no tenía demasiadas oportunidades. Su situación era desesperada. Ella no tuvo mucha suerte.
Después de todo, ella nunca recibió un gran trato en la vida. No tenía perspectivas. Menos aún cuando se está esclavizado. Sus lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, mientras continuaba empujando hacia adelante. Corriendo lo más rápido que podía, lejos de lo que la perseguía. Su mente estaba dispersa y desorganizada. Había tantas cosas que quería hacer. Pero ahora no era el momento de lamentarse. Ella sólo necesitaba correr.
El niño es lo que la impulsó a seguir adelante, a seguir adelante. El niño que había estado manteniendo cerca de su corazón es lo más valioso. Su adorable rostro es lo que la llena de esperanza. Su risa inocente y sus ojos curiosos. Ese pequeño niño fue lo que la hizo querer luchar con uñas y dientes por él. No hay manera de que ella pueda morir aquí y ahora. No quería que él se involucrara y viviera toda su vida en esclavitud, fue una elección terrible vivir.
