Black Dawn [+21]

CAP. 8 Ivan Smirnova

|CAPÍTULO 8|

Ivan Smirnova

Vaughan Hortmann.

Cierro la puerta detrás de mí queriendo azotarla por lo imbécil que fui al haberme dejado permitir este tipo de situaciones en las cuales me vuelvo vulnerable, tenerla cerca no será fácil, nada fácil. Soy inmune a este tipo de situaciones, las detesto, pero con ella me es difícil que la inmunidad funcione, me vuelvo algo que no quiero.

Es una niña que ni siquiera sabía de nuestra existencia. Quien ahora es toda una mujer, una a la cual hace brincar a mi polla con su sola presencia. Ahora lo entiendo. Pensándolo con detenimiento lo entiendo mejor, tiene sus defectos que son atraer problemas y atención, pero ¿para follar tengo que ver eso?. No, claro que no. Porque eso es lo que más quiero y necesito estos momentos, es devorar ese coño y ese culito que tanto me lo regala desde que nos hemos conocido. No dejaré que se me escape de las manos como le sucedió a él. Soy más decidido y puse mis ojos en la niña de cabellera de fuego.

Le doy un largo trago a mi vaso de whisky. El líquido quema mi garganta y me gusta. Hace que me sienta al margen nuevamente, evitando que me vuelva loco por las situaciones absurdas que están sucediendo desde que llegué a este lugar.

La verdad, esa niña logra que mi mundo se vuelva patas arriba con solo tenerla cerca y eso no me gusta para nada. Me hace desear irme de una puta vez de este lugar.

Odio no estar al margen.

Ella lo único que ha hecho desde que llegué, es traer problemas tras problemas. Le encanta la atención y eso es demasiado obvio. Es una niña mimada, que está acostumbrada a que todos vayan tras ella cada vez que llora. Es ridículo.

Bajo al primer piso junto a Cole y los demás. Tomo asiento en uno de los sofás individuales y los miro, todos parecen estar sufriendo pero no voy a preguntar, porque la razón de esto, tiene un nombre. Avery. Ella es la causa de esto.

Por lo que se, Avery sufrió eso hace un par de años atrás. Ella tenía quince años cuando sucedió. Era una pequeña niña aun. Dixon junto al resto habían ido a mi casa por uno negocios que sus padres tenían con el mío, hicieron un viaje largo dejándola sola.

El padre de Avery se había casado nuevamente y no quería que ella sepa de nuestra hermandad. Entonces la dejaron sola en la mansión Roja. La mansión cual perteneció a todos los Black, hasta esa noche, es maldita noche que sucedió eso. Donde Caden perdió por completo la cabeza por esa niña.

Por eso decidí lo siguiente; la venganza será con ella y por ella. Me meteré entre sus piernas como él lo había querido pero seré el afortunado, seré quien la haga sentir mejor, mejor que Cole incluso.

Sé que esa mierda norteamericana se quiso meter entre sus piernas, es más que obvio, la única que no se da cuenta de ello es la rubia que me da muchas sospechas de que no es más que una traicionera a esta hermandad. Sus actitudes me dan mucho de que pensar, sumándole a que no la tolero para nada.

La he mandado a investigar por esa misma razón, y en cuanto encuentre algo no dudaré en hacerla pagar, ya sea algo mínimo.

Aunque...pensándolo bien. Ella será una buena reina en este tablero, en este jodido tablero de ajedrez que estoy jugando. Lo he pensado. He puesto cada pieza en su respectivo lugar y todo gira en su entorno.

Tres hombres. Una niña. Y yo hambriento por matar a dos.

Es una presa fácil, solo debo hacer mis jodidos movimientos para hacer lo que quiero y lo que realmente vine a hacer en esta jodido pueblo de mierda, el cual no había pisado desde hace años.