Itoshi's youngest son's revenge [Blue Lock]

Prologo

Desde que Mae fue traída al mundo fue ignorada y descuidada, el nombre que portaba ni siquiera le fue dado por sus progenitores. La encargada de registrar a los recién nacidos fue quien decidió su identidad, había observado como los padres de la niña se negaron a darle un nombre significativo, ni siquiera querían que portará el apellido familiar, solo pudo desearle suerte en esa fría familia. Sus primeros años de vida estuvieron llenos de negligencia, tanto de sus padres como de sus hermanos mayores, cuando cumplió siete años se dio cuenta que no era bienvenida en su propia casa, por lo que tomo la decisión de evitarla lo más que pudiera, ya sea uniéndose a diversos clubes o clases extracurriculares, tomaba todo lo que le permitiera estar fuera de casa y no requirieran la autorización directa de sus tutores.

A sus catorce años había adquirido un gran conocimiento de diversos deportes, desde carreras de salto en valla hasta fútbol y básquetbol, así como también Ballet y gimnasia artística. Esto se debía a que solo los practicaba durante un año, salía de los clubs antes de pasar a las grandes competencias y mucho antes de que su rostro fuera recordado por la gente. Aún así se enorgullece de sus logros y de las personas que conoció durante ese trayecto, no se apegaba mucho a ellos pero si lo suficiente como para ser llamada conocida y compañera.

Fue a finales de invierno cuando un sombrío y larguirucho hombre la tomo del brazo y la subió a una sospechosa camioneta, mientras caminaba de regreso a casa luego del intenso entrenamiento de fútbol. Amarraron sus manos y cubrieron su boca con cinta de embalaje, estaba asustada, con sus ojos buscaba cada salida del vehículo a la par que idea a formas efectivas de utilizarlas. Inesperadamente el hombre inicio una conversación con ella, se presentó como Ego Jimpachi.

"Itoshi Mae-chan, es un gusto. He observado cada uno de tus partidos y competencias, he de decir que estoy impresionado, tus habilidades son increíbles y cada vez más siento una gran curiosidad de por que abandonas los deportes luego de un año..."

Saber que la habían estado observando y analizando le dio un escalofrío, ¿Desde cuándo? ¿Como? Y ¿Por que?, eran las preguntas que se repetían sin fin en su mente, solo quería salir de ese vehículo y refugiarse bajo el puente al lado del río. Debía escapar a como de lugar y vio su oportunidad cuando su secuestrador volteo a ver al conductor del auto.

"...Como te iba diciendo- ¡Detén el auto Anri-chan!"

"¿Eh? ¿Por que?"

"¡Mae-chan se lanzó!"

"¿¡QUE!?"

Efectivamente Mae había abierto la puerta en menos de medio segundo y se había lanzado sin dudarlo. Rodó por el pavimento, se levantó tambaleándose y rápidamente hizo uso de sus poderosas y largas piernas, corrió siendo perseguida por sus secuestradores.

"¡No la pierdas de vista!"

"¡Eso intento....te dije que esto era una horrible idea!"

No fue hasta que la menor se lanzó directamente al río que pudieron atraparla, aún que se necesito que Ego se le uniera y la sacará de un brazo. De inmediato Teieri Anri le explico y se disculpó pegando la frente al suelo, le informaron del nuevo proyecto que buscaba formar al mejor equipo de fútbol de Japón. Le entregaron una carta y un documento en el que pedían la autorización de sus tutores legales para ser participe de este proyecto, así como también decía explícitamente que sería la única dama en este. Debido al poco interés de la población femenina a practicar fútbol, Japón no contaba con muchos aspirantes femeninos para formar un equipo completo.

"¿Y no pudieron decirme esto sin tener que secuestrarme?"

"Eso..."

"Si, pero no quería."

"¿Esa es tu justificación?"

"...Si."

Se mantendría alejada lo más posible de ese hombre. Leyendo el documento procedió a explicar su negligente relación con sus progenitores. El proyecto sonaba prometedor y una parte de ella realmente estaba cansada de no poder ser reconocida por sus logros, pero sabía que sus padres se negarian a darle siquiera una mirada.

"Hm, eso será un gran problema. Pero no te preocupes, me encargaré de ello. Entonces ¿Aceptas participar?"

"...Si, quiero participar, por favor."

Sin saberlo ese fue el comienzo de su carrera futbolística.