010

663 52 0
                                    

2020 — Mediados

Cesar Parra.

— Pa' arriba, pa' abajo, pal' centro y pa' Dentro, chingao' — Grito el Cristhian riendo, mientras nosotros tomábamos el shot de Buchana rápido.

Estábamos en un rancho que rentamos para grabar varias músicas nuevas, entre ellas, "si soy yo", otra más donde el Cristhian seria la voz principal.

— Andas bien agüitado netto, ¿Que pedo? — Llego mi gemelo, sentándose a mi lado mientras paraba de grabar y los plebes conversaban lejos.

— Vi a la Danna otra vez, hace días. — Dije, mirando a la nada y volviendo a recordar ese día.

Donde la vi tan hermosa, como siempre.
La vi tan nerviosa al verme, me recordó a cuando nos poníamos nerviosos, como los dos enamorados que eramos, al vernos, pero estábamos juntos.

— En Donde? —

— En el super, no esperaba verla — Di una pausa para suspirar — Y ella mucho menos, a mi. — Y así, le conté cada detalle de ese momento mientras el me escuchaba atentamente.

— ¿Pensaste en escribirle ya? ¿Quedaron como amigos, no? — Dijo el mientras sobaba mi espalda.

— No, quedamos en mantener nuestra amistad. Pero no es fácil, es el amor de mi vida, no es una desconocida que puedo llamar amiga, nomas asi como asi. —

— Ya se cabron, pero es Danna, no pares de luchar por ella. —

— Luche por ella hasta no poder más Carlos, estaba matandome por dentro pero estaba con ella, la tenia a mi lado. Ahora no la tengo. —  Las lágrimas amenazaban en salir y me las tragaba rapido.

Carlos me miraba, con pena en sus ojos y eso solo me daba más tristeza e coraje, mira como me traes Danna.

La semana en la que terminamos estuve llore y llore al lado de mis hermanos, que solo me aconsejaban y ayudaban.

Nunca me miraron así por alguien, ni siquiera yo mismo.

Sabia que no existía otra opción para nosotros, era eso o seguir lastimandonos ignorando la realidad. Me dolía estar lejos de ella después de todo lo que vivimos, me dolía vivir sin ella.

Talvez esto nos sirva para mejorar y volver a encontrarnos, sanos y en el momento correcto para ser felizes. Porque ahora, no lo era. Y eso es lo que me prometí y por eso nos alejamos, para sanar y volver a encontrarnos en el momento correcto.

Pero sabía que esto se me haría una eternidad, porque, la extraño.

¿Donde estas, mi niña?

Danna A. Ozuna

— ¡Reacciona, Danna, ya! — La mire al instante en que terminó de decir, o gritar.

— Estoy bien, Lillian. ¿Que chingados quieres? — Dije enojada, con un tono totalmente frío.

Hace algunos minutos, Lillian había llegado aquí en mi casa, según ella para levantarme los ánimos. Estaba haciendo de todo, menos ayudando.

— ¿Estas así por el Cesar? —

Si.

Lo estoy.

Pero me cuesta admitirlo, porque se supone que es solo mi ex-novio.

No, es César, el amor de mi vida.

Malditos sean los pinches hombres.

— No, ya déjame Lillian. — Dije volteando hacia otra dirección.

— Hace días que no nos vemos y cuando vengo a verte, estas así de enfadosa. — Apenas la mire ironica.

Lillian y yo no somos del tipo de discutir muy seguido, tenemos nuestros desacuerdos pero apenas de unos minutos.

Duramos unos minutos en silencio, ignorandonos hasta que Daniel llega sentándose en medio de nosotras.

— ¿Que traen, Chiquitas? — Preguntó mientras dejaba sus manos en las piernas de las dos, sonriendonos.

— La Lillian cree que tengo una depresión por mi ex. — Dije, sencilla.

— Que dramática eres, Danna. — Dijo Ella mirándome ofendida.

— Ya, no peleen locas. — Pauso Daniel — Disculpense como niñas viejas y vamos con la Nicky a comprar Starbucks. —

Nos miramos mutuamente, Lillian fue la primera a reír causándole gracia mi seriedad y nuestra estúpida "pelea".

— Disculpa Didi, no creo que tengas depresión, solo que estas bien agüitada y enfadosa desde que viste a el Cesar en el super. — Dijo Ella, causando mi risa y una cara de confusión de mi Hermano.

— ¿Viste al Cesar en el super,
cabrona? —

— Disculpa aceptada Lillita. Ya no me pongo enfadosa — Dije abrazándola, riéndonos juntas e ignorando la confusión de mi hermano.

— Pinchi' Tóxicas, ya ni las entiendo. —

— ¡Vamos por Starbucks! — Grito con emoción Lillian.

Reimos y ella corrió hacia el carro junto con Nicky, dejándonos a Dani y a mi atrás.

— Me tienes que contar sobre el Cesarin, e' — Dijo mirándome mientras caminábamos con su brazo en mi hombro.

No dije nada, apenas lo mire y asentí.

No le contaria.

No quiero hablar de él.

No quiero aceptar que ahora es mi pasado.

¿Donde estas, mi niño?

• Algo Corto, pero, lo importante es la intención

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Algo Corto, pero, lo importante es la intención. (Mentiris, si se que esta corto, perdon.) Espero les esté gustando y no se olviden de Votar y comentar! 🤍

Besitos¡ 🎀

𝙀𝙨𝙖 𝙨𝙤𝙣𝙧𝙞𝙨𝙖 - 𝘊𝘦𝘴𝘢𝘳 𝘗𝘢𝘳𝘳𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora