Lauder Ashford
"Estás jodida Lauder".
Esto no podía estar sucediendo. ¿Cómo he llegado a este punto? Me siento confundida y enojada, nunca había estado tan al borde del abismo. Sus palabras me preocupan, sé lo que significa y sé que será difícil salir de esta situación que me provocaba el maldito de Blake. Mi maldito jefe.
No puedo creer que yo haya cometido un error. Soy una detective de élite, debería ser capaz de manejar estas situaciones sin problemas. Me siento desconcertada por la manera en que sucedió algo así.
—Entiendo lo grave que es esto. Sé que piensas que fue un descuido, pero estás equivocado— trato de mantener la calma.
—¡Grave es quedarse corto, Ashford! Estamos hablando de una misión crucial aquí y tu error pone en riesgo todo el trabajo que hemos estado realizando. No puedo creer que haya confiado en ti para algo tan importante y tú hayas fallado de esta manera — parece que en verdad estoy jodida. Todo se está desmoronando; mi reputación, mi vida, mi profesión, todo.
—¿Entonces qué harás? Sabes que mi trabajo es lo único que tengo.
—No puedo negar que la idea de despedirte está cruzando mi mente en este momento. Pero déjame ser claro contigo, Ashford, no ha sido fácil confiar en ti desde el principio y este error solo alimenta mis dudas sobre tu habilidad como detective.
Creo que eso lo tengo claro desde que entré a este trabajo, de hecho, él se encargaba de remarcar esto cada vez que no cumplía sus expectativas ridículas. Nunca he dudado de mí misma ante los demás, esta no sería la primera vez.
—¿A lo que te refieres es que mi destino aquí depende de tu propia opinión personal? Eso no es para nada profesional considerando que eres el jefe —me defiendo, no podía dejar que sus prejuicios me dominaran. No. Yo sé quién soy, sé de lo que soy capaz, ni siquiera sé cómo pasó el estúpido error que me llevó a esto.
—¡No trates de tergiversar las cosas! —dice golpeando su escritorio.
—No estoy tergiversando, pero sabes que no miento. Vamos Blake, sin este trabajo no soy nada.
Suspira mientras vuelve a sentarse y me mira fijamente. Mantengo su mirada mientras juego con mis dedos esperando a que diga algo. Por unos minutos solo se dedica a pensar hasta que por fin abre la boca.
—Bueno Ashford, tu actitud demuestra cierta conciencia sobre lo que has hecho mal. Aunque no puedo prometerte que todo volverá a ser como antes, te daré una última oportunidad para rectificar tu error. Pero debes saber que estaré muy alerta y cualquier otro fallo puede ser el fin de tu carrera aquí.
De repente todo mi cuerpo deja de estar tenso, suspiro con alivio y me levanto de la silla para estrechar su mano en agradecimiento. Él sonríe ladino y no corresponde mi gesto.
—No tan rápido, Ashford, no estás libre de toda culpa— lo veo confusa —. Se te asignará otro caso, eres incompetente en este, tal vez te vaya mejor en uno diferente.
—¿Qué? ¿Otro caso? No hay ningún otro que sea importante — él se levanta de su sillón y me mira con dureza.
—No eres capaz de lidiar con un caso importante, me lo has demostrado. Por ahora trabajarás en uno pequeño y espero que puedas resolverlo, a ver si recuperas ese estatus que tanto caracteriza a tu ego.
—Yo... —trato de hablar en medio de la guerra que se estaba creando en mi mente.
Estatus. Caso importante. Ego. Me estaba reduciendo a un caso insignificante para él, yo era insignificante e incompetente a sus ojos y mi ego estaba herido por ese hecho.
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La Caja De Pandora
DiversosUna detective se encuentra investigando el asesinato de dos prostitutas en Seattle, pero en su búsqueda conocerá la caja de Pandora; dónde reposa el abismo, un misterio encerrado guardado por años, allí se albergan los males que afligen y la esperan...