Jin Mazama, ha estado intentado evitar quedar en coma en los 145 bucles anteriores y así evitar que Lanka acabe muriendo por su culpa, pero antes de intentarlo una vez más Jin se cansa de tantos viajes en el tiempo y cae en la más profunda desespera...
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Me llamo Chloe Mashima y dejadme deciros que no soy solo una simple cebra de grevy de 16 años, también soy la campeona mundial del juego de cartas ''Burros Mágicos''. Todavía recuerdo claramente como mi destino se tornó de esta manera.
Todo empezó cuando fui a la sesión informativa de la Academia Seton. Decidí ir a ver pensando que en ese lugar podría encontrar una manada de mí misma especie, pues somos una especie en peligro de extinción y como aquí se reúnen distintos tipos de animales, pues pensé que era la mejor opción.
Al principio no encontré a nadie y cuando fui a mirar por la fuente, como me sugirió un maldito humano de cuyo nombre no quiero acordarme y del que no me queda más remedio que mencionar, para poder explicar mi historia. El caso es que fui a mirar en donde se encontraba la fuente, pero no encontré lo que buscaba.
-Chloe: Pues, no veo a ninguna cebra, mirare por otra parte.
-¿??: Perdona.
En ese momento se me acercaron dos yeguas, de una manada de caballos que pasaba por ahí.
-Chloe: ¿Sí?
-Yegua 1: ¿Eres una cebra?
-Chloe: Si, eso salta a la vista ¿Por qué lo preguntas?
-Yegua 2: ¡Que increíble! Nunca había visto una cebra, tienes un porte tan elegante con esas rayas – dijo emocionada.
-Chloe: *colorada* Pues... gracias.
El resto de la manada de los caballos se acercó hasta donde estábamos y se estaban apelotonando para hablar conmigo y estar cerca mío. En ese momento me sentí tan única y especial, que dejo de preocuparme el no encontrar a otras cebras.
Cuando llego el momento de entrar en la Academia Seton, ya tenía a bajo mi mando a toda la manada de los caballos, los cuales me consideraban la yegua más elegante de todas, y eso hacía que me adoraban y admiraban como una reina; y reconozco que eso se me subió un poco a la cabeza.
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Todo era perfecto en mi reciente nueva vida escolar, hasta que el maldito humano Jin Mazama, tuvo que estropearlo todo.
Por culpa de su innecesaria intervención, mostro delante todos tanto mis bragas, como mi cola, revelando así que en realidad era más burro que caballo. Después de aquello, los caballos y las yeguas que tanto me adoraban, ya no quisieron saber nada más de mí y me expulsaron de su manada por haberlos engañado.
