Nacimiento

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Pov Checo:

Me encontraba preparando un pequeño refrigerio cuando de repente un punzante dolor golpeó en mi vientre, sentí como un líquido transparente bajaba lentamente por mis piernas, ya iba a nacer.

Grite el nombre de Paola, era la única que se encontraba en la casa para ayudarme, rápidamente escuche cómo bajaba por las escaleras.

Paola: ¿Qué pasa?

Paola me quedo mirando y entendió de inmediato la situación.

Paola: Ven te llevaré al auto.

Caminaba lo más rápido posible, pero cada vez dolía más, Paola trataba de tranquilizarme con las pocas feromonas que podía desprender, ella era beta igual que Toño.

Cuando nos encontrábamos en camino al hospital, Paola le informo a la familia que estaba a punto de nacer mi hijo, Max se encontraba con Toño, según tenían algunos asuntos importantes que resolver.


Cuando llegamos al hospital, las enfermeras comenzaron a acercarse.

Enfermera: Es el Señor Pérez, traigan la camilla, ¡rápido muévanse!

Las enfermeras se movieron rápidamente, traían la camilla rodando lo más rápido que podían, me subieron a ella y me llevaron al quirófano, el dolor cada vez se intensificaba más.

Enfermera: Necesita de su alfa, ¿Dónde está el señor Verstappen?

Verdaderamente ni yo sabía donde estaba y como cuestión de magia la puerta se abrió inmediatamente. El delicioso aroma a cítricos con vodka llego a mi nariz como un tranquilizante, pero cuando voltee a ver a mi alfa, no pude evitar reírme por lo chistoso que se veía con el kit parental puesto.

Pero mi risa duro poco, porque volví a sentir ese dolor punzante de nuevo. En cuestión de segundos el doctor encargado de sacarme al chamaco entro.

Doctor: Señor Verstappen, soy beta y tengo pareja, ahora si me lo permite tengo que ayudar con el labor de parto de su omega.

Es enserio, el doctor le tenía miedo a Max, yo solo quiero que me saquen a mi hijo y se dejen de estupideces.

Max: No hay ningún problema.

Claro que lo había, el desgraciado estaba celoso. Antes que pudiera maldecir a Max sentí como mi cuerpo se adormecía, la enfermera había colocado anestesia, ahora venía lo más doloroso de tener un hijo...





Después de varios minutos, nuestro hijo ya se encontraba entre mis brazos, era el niño más hermoso que mis ojos han visto, era güero como su padre, tenía cabello de color castaño y sus ojos de color marrón, era simplemente hermoso.

Max se encontraba muy feliz, podía sentir lo alegre que se encontraba el y su alfa. Este momento lo iba a tener siempre en mi corazón, a pesar de lo tonto que podía ser Max, era la persona que tanto amaba en esta vida, era mi destinado.

Pasaron tres días para que me dieran de alta, mi familia no pudo ver a mi hijo durante estos días, debido a que existieron ciertos riesgos con mi hijo, pero todo se encontraba bien ahora.

Enfermera: Bien, Señor Verstappen y Señor Pérez, antes de abandonar el hospital, deben de registrar a su hijo, como ven ya todo se encuentra rellenado en este documento, solo falta el nombre del bebé y las firmas de los padres.

El nombre del bebé...

No sabía como llamar a nuestro hijo, Max propuso que le pusiera su nombre, pero eso sería desgraciarle la vida a mi retoño, suficiente era que llevaría su apellido, así que le propuse que le pusiéramos Patricio, ese era el nombre que me iba a poner mi madre, sin embargo prefirieron ponerme Sergio.

Max: Me parece perfecto, Patricio Pérez Verstappen. (El apellido de Max al último, porque antes se escucha feo)

Max y yo firmamos el documento y regresamos a la casa de mis padres, mi hijo fue bien recibido por sus tíos y sus abuelos, me encantaba ver a mi familia feliz por el nuevo miembro de la familia.

Max y yo nos encargaríamos de cuidar muy bien de nuestro hijo, sería el niño más feliz.


2 MESES DESPUÉS


El inicio de la temporada de la F1 ya estaba muy cerca, obviamente no iba competir este año, tenía que cuidar de mi Pato, sin embargo, no podía estar lejos de Max, así que lo acompañaría a todos lados, ya me imagine a los camarógrafos yendo detrás de nosotros.

Cuando estaba empacando las pocas cosas que quedaban en mi habitación, me di cuenta en el reflejo del espejo que mi cuerpo se encontraba hinchado, mis pectorales estaban más grandes de lo normal, nunca me había fijado en mi cambio físico.

Max: Que tanto te ves omega, ¿ya quieres el segundo?

No sentí cuando Max había entrado a la habitación. Me tomo por sorpresa su presencia.

Checo: Primero llévame al altar.

Max: Pícaro, quieres el segundo en la luna de miel.

Este wey a todo le encontraba.

Checo: ¡Max!

Max: Ja, ja, ja. Relájate, nos casaremos en Mónaco, me encanta ese lugar para nuestra boda.

Era verdad, Mónaco era un lugar lujoso y muy bonito.


Max y yo nos despedimos de mi familia, era hora de comenzar nuestra propia historia, de formar a nuestra propia familia.

Marilú: Sergio, cuida bien de mi nieto, espero pronto tener más.

Ahora mi madre también seguía el jueguito de Max.

A los pocos segundos, llegó el uber que nos llevaría al aeropuerto. Max se encargó de subir todas las maletas mientras yo lo esperaba en el coche.

Max: Listo, Sakhir, allá vamos.

Max subió al coche mientras se despedía de mi familia con su mano.

Realmente quería que ya fuera el Gran Premio de Mónaco, quería ser el esposo oficial de Max, y crear el compañero de Pato.

Mi Dulce Amor | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora