Eres mi juego final

CAPÍTULO 18 Pequeño secreto

—¿Qué? — Brittany se le quedó viendo a su esposo al mismo tiempo que se encontraba conduciendo.

—Es la exnovia de Travis— dijo preocupado.

—¿Y?, él ya se casó con Taylor, no veo el problema— a ella no le parecía relevante eso, ya que, la rubia ya era la señora Kelce, no tendría que estar pensando locuras.

—Claro, eso todo mundo lo sabe ahora, pero... ¿No crees que sería raro?, ya sabes— él no quería contarle acerca de los extraños mensajes que Kayla le estuvo mandando a Kelce, porque no traicionaría la privacidad de su amigo, además de que estaba consciente de que su esposa seguía teniendo una amistad con ella.

—Entonces yo no entiendo, ¿Te preocupa algo de eso?, no es como si Kayla fuese a robarse a Travis o algo así— dijo riendo. —¿A caso no ves que tu amigo está perdidamente loco por Tay? — rio. —Relájate, va a ir, porque hará un artículo especial, ella me es de confianza para eso—

—Ok, está bien— no estaba convencido.

Ahora Patrick tenía un pequeño dilema mental, ¿Tenía que decirle a su amigo?, podría ser contraproducente, si le decía tal vez, no quisieran asistir al evento, eso pondría mal a su esposa, la cual se ha estado dedicando demasiado a que todo salga bien ese día, puede que, por esta vez, deba cerrar la boca y ver como se dan las cosas, confiaba en que todos eran adultos prudentes, ¿Qué es lo que podía pasar?

Kelce estaba volviendo totalmente agotado de la práctica, no quería sentirse tan derrotado, pero la verdad era que le afectaba un poco el que sus hijos estuvieran durmiendo a altas horas de la madrugada, él siempre ha sido alguien que aguanta los desvelos bastante bien, pero cuando pasas al tercer piso de la vida, ya no es lo mismo, ahora necesitaba dormir mejor, lo cual, sabía que no pasaría pronto.

Bajó del auto, pasando por el garaje y entrando por la cocina, estaba seguro de que su madre se encontraría ahí, Donna y la cocina eran como una misma, eso le daba risa, pero entendía que su madre además de disfrutar de cocinar siempre, al ser una señora de la tercera edad, sus ocupaciones eran de este tipo.

—Hola mamá—

—Hey, ¿Te fue bien? — la señora hacía de nuevo galletas.

—Sí, mamá— miraba la charola de galletas. —Yo creo que pretendes que todos nos alimentemos mucho— rio.

—No me juzgues, sabes que me encanta cocinar, y a tus hijos les gustaron, de algún modo tengo que llegar a ellos, y puede que el estómago sea el camino—

—Oh, mamá... Lamento esto...— se sentía mal de que sus hijos no han tenido el suficiente acercamiento a su familia por cuestiones de distancia, no es algo que pudiera reparar tan pronto como quisiera, pero se tendrían que adaptar en algún momento.

—No pasa nada, yo entiendo el trabajo de Taylor, es solo que, si es algo que me hace sentir un poco mal, ya sabes, me gusta estar cerca de mi familia—

—Lo sé mamá— la abrazó.

—Bueno, no es momento de cosas tristes, todos se encuentran en la sala—

Travis fue directo a la sala, viendo que sus sobrinas estaban jugando con sus hijos, ya al menos ese era un paso bastante grande, aunque no sabía cómo estuvieron previamente, al menos, se miraban calmados.

—Ahora tienes que caminar tú, Charles— Wyatt trataba de animar a su primo.

Charles quería llorar.

—Lo siento, Wy, no creo que el quiera hacer eso ahora— Taylor lo tomó en brazos y el pequeño se dio cuenta de que su papá ya había llegado, por lo que se empezó a mover con desesperación.