Mía | Jeon Jungkook [ + 18]

Capitulo XIII | Tócame con ternura

No pude dormir en toda la noche, ese muñequito me había robado el sueño, y pensar en quien podía ser la persona que lo envió, me estaba carcomiendo.

Me levante para ducharme y vestirme para ir a la universidad.

Solté un profundo y pesado suspiro.

 ¿Por que no podía disfrutar de un poco de paz? ¿Por que no podía sentirme libre si por fin lo era?

Tal vez ese muñequito sea solo una mala broma de los chicos que ahora saben de mi doloroso pasado.

-Pero nadie sabe donde vives, solo....Unas cuantas personas.

¿Y si no era Jin la persona que te seguía?

-¡Dios!-Tape mi rostro con mucho miedo.-No pienses mas en eso, el señor Oliver te cuida.

¿Pero y si es el señor Oliver?

-¡Cállate!-Me tape los oídos como si eso fuese a hacer posible no escuchar a mis crueles pensamientos.

Me duche y me puse mi skincare, luego salí del baño para comenzar a vestirme, no parecía ser un día tan helado como los anteriores, pero aun así, siempre me cubría lo mas que podía. Cepille mi cabello y me puse mi loción. Luego arregle mi habitación dejándola perfectamente bien ordenada, y salí para tomar una lechita de banana y salir de casa no sin antes tomar mis cosas, y justo cuando tome mi bolso, vi la caja azul, me estremecí de nuevo y me aleje.

Me asegure de cerrar la puerta con seguro, y baje las escaleras del edificio un poco nerviosa, no dejaba de pensar en esa misteriosa caja azul.

El muñeco era bonito.

¿Que dices?

Cuando salí del edificio no observe por ningún lado al señor Oliver por lo que me asuste, pero al mismo tiempo me alivie, era un sospechoso para mi, o bueno, todos lo eran. Trague duro y comencé a caminar jugando con mis manos, cruce la calle sintiendo ahora pasos detrás de mi, voltee y vi a alguien vestido de negro muy elegante taparse el rostro con una mano enguantada en piel refinada. Abrí mis ojos y comencé a apresurarme a la avenida.

-¡Mar!-Fruncí el ceño justo cuando esa persona me alcanzo y rodeo mi cintura con sus brazos.

-¡AAAH!-Comencé a patalear y con mi cabeza golpee la nariz de la persona que me sujetaba, se quejo pero aun así no me soltó.-¡Suéltame! ¡Auxilio!

-Mar.....Soy yo....-Me calme y parpadee, yo tenia miedo, pero mi cuerpo no parecía obedecerme, se sentía muy cómodo, así que fruncí el ceño y deje que esas grandes, venosas y gruesas manos me giraran de la cintura hacia su rostro.

-¡Oh Dios mío!-Tape mi boca sorprendida.-Estas sangrando.-Comencé a buscar en mi bolso un pañuelo.

-Golpeas duro.-Dijo serio, yo apreté mis labios para no reír.

-No te metas conmigo, rufián.-Hice puño mis manos y fruncí el ceño ahora haciéndolo reír, pero entonces recordé que estoy enojada con él.

-Mar....¿Por que corres cada vez que me vez?

-Tu tienes la culpa.

-¿Yo?

-Pues estoy hablando contigo.-Parpadee sin entender su punto. Solo suspiro y sonrió.

-Me refiero a que sabes que no te haría daño, ¿Por que huyes?

-Porque me hiciste daño.-Lo observe simple, no comprendía como no le quedaba claro.-Me lastimaste mi corazón.-Sus rostro se desencajo.