Domingo, día del sol. Un maravilloso día para encontrarse con familiares, hablar de la vida y demostrar amor, claro, si es que dichos familiares se lo merecen.
Aunque ese domingo seria diferente a los demás, pues una visita esperada llegaría a cambiar el rumbo.Haneul ingresó a su auto de manera rápida y espero a que su hija hiciera lo mismo. Se sentía muy nerviosa y emocionada. Soltó un enorme suspiro para relajarse antes de conducir y cuando logró sentir un poco de paz, encendió su auto y condujo hacia la estación de autobuses.
Domingo, el día que llegaba su hermano a Seúl.
Una ola de emociones se hizo presente cuando ambas féminas se encontraban observando a cada persona que bajaba del autobús. La pequeña casi adolescente de cabello rubio estaba muy emocionada por volver a ver a su tío y su madre no dejaba de imaginarse lo linda y feliz pero, también desastrosa y terrible que sería su vida a partir de ese momento.
Cuando la pelinegra vio que cada vez quedaba más vacío el autobús, la estación comenzó a sofocarla -Eunji, no puedo, recíbelo tú... -trató de irse pero fue interrumpida por su hija.
-pero mamá, ya viene -señaló.
Haneul observó sorprendida como un hombre castaño de camisa blanca con botones, con un pantalón negro tan ajustado que marcaba sus definidas piernas y con unas enormes gafas oscuras, se dirigía hacia ambas con una enorme sonrisa. Lucía bastante arrogante para los ojos de la pelinegra, su hermano era el hombre más dramático, presumido, inestable y sobreprotector que conocía -Park Jimin.
-¡tío Jimin! -Eunji corrió hacia su tío y le dio un cálido abrazo que hizo sonreír aún más al castaño.
-mi pequeña monstrito, ¡cuánto has crecido, estás enorme! ¿Segura que tienes doce años? Parece que el que tiene doce soy yo, y tu tienes veintidós -acarició el cabello de su sobrina. La pequeña rió ante el comentario.
-Park Haneul, mi hermana favorita -quitó sus lentes para verla mejor.
Haneul rodó los ojos ante el comentario, amaba a su hermano pero a veces era un tanto... irritante -soy tu hermana favorita porque soy la única.
-es verdad, si tuviera otra hermana ni siquiera te tomaría en cuenta -rió y abrazó a su hermana -¿Y bien? ¿Me extrañaste hermanita?
-agh si-finalmente aceptó Haneul y se separó del abrazo.
Habían pasado seis años para que los hermanos volvieran a reunirse. Ambos habían vivido toda su vida en Busan. Jimin tan solo tenía diez años de edad cuando su hermana ya había contraído matrimonio y se convertía en madre a los veinte años. Durante los primeros seis años de vida de Eunji, Jimin siempre estuvo al pendiente de la pequeña, más que su sobrina, la consideraba como su hermana menor. Sin embargo, la vida económica de Haneul no era muy estable en ese momento, por lo que su esposo y ella decidieron que lo mejor era conseguir empleo y mudarse a la capital del país.
A pesar de la distancia, Jimin siempre mantuvo contacto con su hermana, pero en especial con la pequeña Eunji. Solían hacer llamadas casi diario, pues para el castaño era difícil viajar con la agenda saturada que tenía de la escuela, pero siempre hacia un esfuerzo por estar presente en la vida de su sobrina. Sin embargo, durante este último año, notó como la pequeña había puesto un poco de distancia con él y lo entendía, Eunji estaba por convertirse en adolescente, comenzaría a tener más amigos y por obvias razones se alejaría de su tío.
-¿Cómo va la vida de soltera Haneul? -preguntó el castaño mientras subía sus maletas en la cajuela del auto.
Haneul rodó los ojos con indignación -¡Jimin aún estoy casada! que mi esposo no este aquí ahora, no quiere decir que nos hayamos separado.
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Guerra de tíos 🍊 Yoonmin ☆ [Finalizado]
Romance¿Tu que harías si un tipo de apariencia aterradora cuida a tu sobrina por las tardes? ¿Y qué harías si ahora el tipo aterrador coquetea contigo? Son las preguntas que pasan por la mente de Jimin, pues desde que se mudó a Seúl con su hermana y sobrin...