Todo comenzó un viernes por la mañana, en un pueblo vikingo de Noruega, en una casa en la cual vivía una feliz familia vikinga con dos hijos. El padre, Erik Lodbrok era un gran padre y también un gran guerrero. Tenía una habilidad increíble con el hacha.
Padre y madre juntos prepararon el desayuno. El desayuno era algo muy sencillo, incluso para la época. Acto seguido la familia se sentó en la mesa, y comenzaron a comer, estaba todo muy rico y lo acompañaron con un poco de hidrömiel.
-Te amo cariño.-dijo Erik con prisa.
-Yo también te amo, pero date prisa que llegas tarde.-Dijo Sifrja mientras se despedía de él con un beso.
Finalmente, Erik Lodbrok llego a su trabajo. Era granjero, se pasaba todo el día arando tierra y plantando, a él lo que le gustaba era luchar y era un guerrero impresionante y con una valentía inigualable. Termino de trabajar, muy cansado, incluso se había quitado la camiseta de tan sudoroso que estaba.
Erik puso rumbo hacia su casa. Llego a eso de las nueve de la noche, por alguna razón no estaba encendida ni la hoguera ni las velas y estaba todo en calma y silencio. A Erik le pareció algo extraño, pero no le dio muchas vueltas.
-Sifrja?, Estás en la habitación?-dijo Erik extrañado.
-¿¡Hijos donde estáis?!-Gritó Erik.
Entró a la habitación sin encontrar persona. Se empezó a preocupar y no paro de gritar, no recibió respuesta, pero no se iba a quedar de bruces. Pregunto por cada casa del pueblo, hasta que su vecino Floki Darson le dijo algo que lo dejo sin palabras.
Según Floki vio a un hombre con pelo trenzado y pelirrojo entrar a la casa Lodbrok. Posteriormente, se escucharon gritos y junto a cuatro hombres salieron de la casa. Transportaron unos rehenes tapados de cara, la familia de Erik había sido raptada.
Erik sabía perfectamente quién era el secuestrador. ! Era Jarl Born! Un enemigo del pasado que tuvo en el pasado, por motivos económicos acabaron discutiendo y no volvieron a verse las caras. Mientras a Erik le consumía la ira por dentro, Floki le contó que Jarl Born estaba de camino a Finlandia. Erik lo seguiría, costase lo que costase.
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Un padre vikingo
Fiction HistoriqueAlgunos creen que los vikingos eran bárbaros sin valores ni honor. Esta historia demuestra todo lo contrario, como un hombre, únicamente con su determinación y voluntad inquebrantable, desafío lo imposible, logrando hazañas que ningún mortal podr...